Sexo en la oficina (3)
Fecha: 21/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... entre mis nalgotas me quitó por completo las pantaletitas, no supe donde las puso, de momento era lo que menos me interesaba, llegó mi turno y poniéndome en cuclillas tomé su enorme pito con ambas manos y sin mas le empecé a chupar la cabeza metiendo lo mas que podía de su tronco en mi boca, descansaba un poco lengüeteando la verga a todo lo largo y en forma especial sus formidables güevotes para nuevamente meterla entre mis labios mamándosela al tiempo que con una mano le frotaba el tronco de su tolete y con la otra le acariciaba esos deliciosos güevotes de toro en brama, en lo mas sabroso de la cachondeaba fuimos interrumpidos por una llamada telefónica de su superior inmediato que le requería en su despacho, quedamos en reanudar la escena mas tarde, le pedí mis tanguitas y el sonriente me dijo que permaneciera sin pantaletas hasta que él volviera ya que le parecía muy cachondo que yo estuviera esperándolo sin pantaletas. Pasaron cerca de dos horas para que regresara, para entonces ya había algunas gentes esperándolo para ser recibidos en audiencia, cuando llegó me vi obligada a entrar para pasarle las tarjetas de audiencia, pero lo primero que hizo fue meter su mano bajo mi vestido para acariciarme las nalgas y la vellosidad de mi panocha mostrándome la dureza de su enormidad viril, me instruyó para que fueran entrando los solicitantes, antes de salir me pidió que le dejara besar mi culo, lo que acepté gustosa pero le pedí como compensación que me dejara darle unos ...
... chupetes en su vergota sabrosa y así lo hicimos. A cada persona que salía de audiencia yo entraba para entregarle la tarjeta con los datos del individuo siguiente y en cada ocasión repetíamos la "operación cachondeo" besuqueándonos mutuamente las partes intimas, constantemente tenia que limpiar mi vulva que no cesaba de producir y expulsar los jugos de mi lujuria. Ya eran casi las 2 de la tarde cuando salió el último de los solicitantes, a los diez minutos sonó mi extensión telefónica y era el licenciado quien me pedía que fuera a su despacho haciéndome la candente advertencia de que no saldría hasta terminar nuestro "trabajo", entré sumamente excitada y dispuesta a "todo", él ya me esperaba de pie con su hermosa vergota y sus suculentos güevos fuera del pantalón, me abrazó y nos besamos con pasión desmedida, esperaba sentir sus manos en mis nalgas pero grande fue mi sorpresa cuando posó sus manos en mi espalda y empezó a bajarme el cierre del vestido, pensé en evitarlo pero estaba tan cachonda que no dije ni hice nada permitiendo que me despojara del vestido dejandome solo con el brassiere y el liguero con las medias, por supuesto con las zapatillas puestas, sus manos recorrían todo mi cuerpo, yo encantada le frotaba su enorme lindura erecta, con gran habilidad con una sola mano me soltó el brassiere dejándolo caer a la alfombra y dedicándole suculentas mamadas a mis chichitas, me recostó en el escritorio y empezó a besar y chupar todo mi ardiente cuerpecito por momentos por el ...