Moni
Fecha: 11/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... los gallumbos. Estaba al rojo y muy sensible. Afortunadamente Mónica estaba muy dicharachera, es más era como una cotorra, pues no callaba, pero debía estar encantada pues a veces nuestras charlas eran de a ver quién habla más y hoy ella realizaba un monólogo. Cuando ya todo estaba listo cogió unas galletas del armario y cuando las traía a la mesa se le cayeron por el suelo. Intenté levantarme pero al hacerlo, mi polla desnuda chocó con la mesa bajo el mantel y profiriendo un quejido me senté. ¿Qué pasa?- me preguntó. Nada, que me di un golpe en la rodilla- mientras me acariciaba la rodilla con una mano con la otra bajo el mantel intentaba meterme la polla dentro del pantalón. Vaya, una ha caído bajo la mesa-dijo ella. Aunque había conseguido meter la polla en el pantalón, la cremallera estaba a medio subir y el empalmazo debía ser claramente visible. Ella recogió la galleta en un segundo y no sé si habría visto algo. Se sentó frente a mí y estuvimos un rato hablando mientras comíamos. Luego ojeamos un Cosmopolitan como acostumbrábamos hacer y comentábamos las tonterías y los temas de sexo, para lo que vino a sentarse a mi lado, con lo que su aroma embargó mi olfato. Pasó casi una hora y me preguntó que si me apetecía ir a la playa y le respondí que ya sabía que con ella siempre. Bien, pero te tengo una sorpresa preparada e iremos donde yo diga- me dijo Tus deseos son órdenes- respondí. Recogimos y nos fuimos a cambiarnos, ella a su habitación y yo al baño, y mientras ...
... entraba en su habitación, pude ver como lo hacía quitándose el camisón, con lo que su espalda, su culo y sus piernas se ofrecieron a mí desnudos en todo su esplendor, mientras la puerta se arrimaba y no se cerraba del todo. Pude ver cómo se agachaba al pie de su cama a coger unas chanclas y la observé de perfil mientras escogía los bikinis. Era sencillamente deliciosa y el deseo se apoderaba de mí por momentos. Me imaginé entrando, cogiéndola en mis brazos y fundiéndose nuestros labios en acalorados y apasionados besos mientras nuestras lenguas combatían en húmeda batalla, y entregándonos a mil y un juegos amorosos que tanto nos gustaban a ambos y que yo tan bien sabía por nuestras conversaciones. Entré en el baño antes de cometer una locura y le grité que tenía calor y que me iba a dar una ducha. Rápidamente me desnudé y cómo no, estaba totalmente empalmado. El agua corría sobre mí, pero no se me bajaba el empalmazo, así que comencé a pajear mi polla pensando en todo lo que había visto, e imaginando el sabor de sus labios en los míos... Voy a peinarme-dijo mientras entraba. Se me había olvidado cerrar la puerta y apenas si tuve reflejos para ponerme de espaldas a ella, pues las mamparas de la ducha eran casi transparentes. Ja,ja,ja, ¿tienes miedo que te vea?- me preguntó. Igual te asustabas si me vieras ahora- le respondí fastidiado. Estaba claro que no era momento de acabar lo que había empezado. Ja,ja,ja.... venga apúrate no sea que se vaya a nublar-dijo saliendo del baño ...