Mi obsesión
Fecha: 07/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... rehuir de las caricias, se levantó situándose enfrente de mí y despacio hizo resbalar las tiras del vestido dejándolo caer a sus pies. Pude ver a María desnuda. Se acercó y besé su vientre, mis manos la rodearon por debajo de la cintura, acariciándola. Ella se acercó aún más, abriendo sus piernas y sentándose encima de mi, arrodillada en la cama. Hundí mi cara entre sus senos, lamiendo la tersura que me ofrecían y mordisqueando suavemente sus pezones. Ella emitió una leve queja que se transformó en placer rápidamente. Me pidió que me tumbara. Sus manos expertas desabrocharon mi pantalón y buscaron mi polla, iniciando un movimiento lento que se convirtió en suaves tirones. Me sentía enloquecer. Me levantó la camisa para besar mi cuerpo, a pequeños lametones. Me desnudé completamente y me tumbé junto a ella. Mis manos resbalaban buscando los pliegues de su cuerpos, zonas húmedas, besando cada rincón. Ella se pusó encima de mi, tomó mi polla y se la introdujo lentamente, cabalgándome. Me invadió su calor al mismo tiempo que sus movimientos me causaban un placer nunca sentido. No pude contenerme y exploté en un orgasmo intenso. Sin embargo no había dado tiempo a María a llegar. La tumbé y puse mi boca en su coño, aun goteando en una entremezcla de mi semen y sus jugos. Apliqué todo lo que conocía, recorriendo con mi lengua los pliegues que encontraba, a la vez exploraba con mis dedos la entrada de su vagina. María tensó sus piernas, elevando las caderas, gimiendo hasta estallar ...
... en el orgasmo. Quedamos tumbados, entrelazados nuestros brazos y piernas, callados, mirándonos, hasta que María rompió el silencio en un susurro. - No tiene por qué enterarse nadie, será nuestro secreto. - Me has gustado siempre, soñaba con esto, y no quiero perderlo. - Y lo tendrás siempre que quieras, tu callarás y seguiremos con nuestras vidas, pero me tendrás para tí. - ¿Y los demás? - Aún no entiendes, eres muy joven. El sexo es diferente. Necesito sentirme follada, deseada. No puedo controlarlo. Un día se prueba, sin amor, sexo solo por sexo, y te das cuenta que el tiempo que dura los demás problemas dan lo mismo, es como una droga. - Entiendo más de lo que crees. Sonreí y me avalancé encima suyo, besándola. Más tarde llamé a mis padres y les conté una mentira, que no había podido entregar los papeles, que tendría que posponer mi regreso y que como llegaba el fin de semana lo pasaría en casa de un amigo. La realidad fué diferente. Disfruté con María haciendo el amor, ella actuando de maestra, posturas que nunca se me habían ocurrido. Cuando estábamos desnudos se mostraba inhibida, lujuriosa, deseando recibir más y más, como una ninfómana nunca quedaba del todo satisfecha. Cada jornada quedaba exhausto, solo mi juventud me permitió llegar a los límites de aquellos días. Cuando terminé la universidad me independicé de la familia, pero nuestra relación se ha mantenido hasta el presente, durante más de diez años. María tiene una forma de entender el sexo que aún hoy no llego ...