Ayudándole a un amigo
Fecha: 06/09/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: arandi, Fuente: RelatosEróticos
... mismo tratamiento. Algo del ruido del tráfico se alcanza a filtrar por la ventana de la habitación. El sol, a través de esa ventana, nos ilumina calentando aún más nuestros cuerpos mientras que aquí, sentado a la orilla de la cama, soy espectador de este par de hermosas nalgas que se colocan delante de mi rostro cuando Lorena, parada frente a mí, se dispone a sentarse introduciéndose mi pene en su interior. Esto no sólo se trata de fecundarla, Lorena me brinda verdadero placer a cambio y yo no podría estar más agradecido. Lentamente comienzo a sentir el placer de estar envuelto por la tibieza y humedad de la intimidad de Lorena. Por fin la estoy penetrado, empalándola con mi estaca de carne. Cuando éramos compañeros de escuela llegué a fantasear con ella pero, la verdad, nunca creí que tal posibilidad se realizara, y menos sin látex de por medio. �Ay bebe, tu amigo está mmm� a todo lo que da �me dice ella, una vez que sus nalgas reposan totalmente sobre mis muslos y mi miembro queda atrapado en su interior. Inmerso en ella le pido que no se mueva, pues antes de cualquier movimiento quiero disfrutar el sentirme plenamente fundido en la intimidad de tan maravillosa mujer. Es un momento delicioso, percibo su calor íntimo al mismo tiempo que acaricio sus muslos, caderas, nalgas, cintura y espalda. No puedo creer que Mario disfrute de esto todos los días. Mis manos se prenden a sus voluminosos senos y los amasan suavemente mientras beso la piel morena de su espalda. Es una mujer ...
... verdaderamente sexosa. Continúo con mis caricias y, sin movernos nada, tengo el atrevimiento de preguntarle sobre su vida conyugal. Sentada sobre mí, ella me responde un poco sacada de onda, pues de seguro que percibe una sensación extraña al hablar sobre su marido al mismo tiempo que tiene el miembro de otro resguardado en su intimidad. Sin embargo, sus palabras demuestran franqueza al igual que cariño por Mario a quien evidentemente ama. Sus palabras me revelan con sinceridad que esto que estamos haciendo es, a lo máximo, una aventura. Ella lo que quiere es un hijo, y es amable conmigo, pero no busca relación sentimental, eso es seguro. Tras un rato de estar conversando, instintivamente, comienzo a mover mi pubis hacia ella levantándola unos centímetros. Lorena también comienza a moverse y en poco tiempo ambos nos meneamos con los vaivenes propios de la cópula. La tomo de la cintura y así la ayudo en el sube y baja que poco a poco se vuelve más intenso. Lorena se da sentones cada vez más duros de tal manera que los chasquidos, al chocar nuestras carnes, se vuelven más notorios. Lorena sigue saltando sin parar y yo me recuesto acomodándome una almohada bajo mi cabeza para observar cómo aquel bello trasero rebota sobre mi área púbica. Después de unos tantos brincos más, siento que estoy a punto de explotar, pero aún no quiero que eso ocurra pues deseo disfrutar aún más de esta hermosa mujer. No voy a desperdiciar tal oportunidad. Le pido que pare y me reincorporo para besarla. ...