1. En tórridas tardes de siesta imaginaba a su cuñada


    Fecha: 21/08/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Infidelidad Autor: sensuel, Fuente: CuentoRelatos

    ... esplendor. - Por favor, chúpamelo, necesito estar muy lubricada para que me metas todo esto… Martin no se hizo rogar más, y comenzó a aplicar lengüetazos rápidos y profundos sobre los labios y el clítoris de una Carmen que comenzó a lanzar gemidos de placer, sin por ello dejar de masajear vigorosamente toda la artillería de su cuñado, tanto el ‘cañón’ como las ‘bombas’, que no tardaron en estallar, provocando la primera de las corridas de un Martin que, entre gemidos y estertores, proyectó un bestial chorro de semen sobre el escote del bañador de su cuñada. - Aaaggghhh, ¿ya…? - No te preocupes, el armamento está a punto para seguir trabajando -Martin la tranquilizó, sin dejar de chupar golosamente un coño que también lanzaba efluvios líquidos cada vez más copiosos y se enrojecía y ensanchaba notablemente, preparándose para la inminente recepción de un visitante más que esperado. Carmen comprobó con poco disimulado gozó que, efectivamente, su cuñado no le mentía, y que su miembro mostraba de inmediato el mismo vigor y, sobre todo, el mismo calibre del que había estado disfrutando durante los minutos anteriores: - Vaya, ‘cuñao’, es verdad, ya lo tienes otra vez a tope -dicho lo cual, comenzó a lanzar los alaridos que provenían del primero de los varios orgasmos de que iba a poder disfrutar esa tarde: una corrida tan salvaje como la de Martin, y que, al igual que a éste, la dejó perfectamente preparada para acoger esa tranca a cuyas dimensiones apenas podía dar crédito-. Quiero ...
    ... que me la metas ya, pero despacito, por favor, no me han follado nunca con algo tan grande. - Tranquila, tienes el chocho muy empapado, esto va a entrar sin ningún problema… Frotó varias veces el clítoris con el glande, y, a continuación y sin más espera, clavó toda su verga en el interior de su coño; como preveía, Martin no encontró la más mínima dificultad para insertar la totalidad de su miembro en una gruta que ardía y chorreaba a la vez, empezando a bombear con un ritmo suave y que iba creciendo poco a poco. Apenas pasaron unos minutos de folleteo vigoroso cuando Carmen volvió a correrse, de manera que la lubricación de su chochito alcanzó su grado máximo, permitiendo con ello a Martin encajarle el nabo hasta la base y facilitando que sus acometidas fueran aún más fuertes. De esa manera, no tardó Martin tampoco en correrse de nuevo, extendiendo su cremosa descarga sobre la espalda de Carmen. - Ay, cuñao, qué bueno, vaya pedazo de polla... Mis tetas quieren agradecerte todo el gustito que me estás dando… Carmen se desprendió de un tirón del bañador y dejó al descubierto esas enormes tetas con las que Martin venía soñando desde años atrás: el espectáculo, desde luego, merecía la pena, y la ‘respuesta’ de su miembro, que, momentos antes, había comenzado a dar muestras del lógico desfallecimiento provocado por dos corridas consecutivas, no se hizo esperar. Se acercó a Carmen, que se había tumbado nuevamente sobre el sofá, y, tras sobarlo y salivarlo suavemente, incrustó su ...