Dulce y amarga amistad (04)
Fecha: 05/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... hasta que Alberto terminó a su vez desnudo, y la lucha empezaba a tener apariencia de danza erótica con cariñosas caricias. Los movimientos dejaban de ser bruscos para pasar a ser suaves roces de las manos de los chicos pasando por sus pechos, abrazando sus cinturas y mirándose a los ojos para finalizar con las bocas unidas. El espectáculo resultaba altamente erótico y excitante al verse, por la luz especialmente colocada, los contornos de los cuerpos a través del agua, me dejé deslizar del borde arrastrando el culo y fui avanzando hacia ellos. Los abracé pasando mis brazos por sus cuellos y se abrieron para integrarme en el grupo. Fue una sesión de besos y caricias increíble, de pasarnos las manos por todas las partes de nuestra anatomía, a veces sin saber quién era el que te cogía la verga o te pasaba los dedos por el culo. -Quítate el bañador, tenemos que estar los tres en las mismas condiciones. –Bastó la sugerencia de Álvaro para que Alberto me lo arrancara tirando de él hacia abajo sin dejarme que yo lo hiciera. Parecíamos “Las Tres Gracias” bailando en el agua pero con otro físico diferente, con más atractivo para nosotros. Nos íbamos calentando los tres, de una forma tan total que sentía dolor en la punta de la polla y en los huevos. -Es mejor que salgamos del agua, dentro de la casa estaremos mejor. -Le escuchaba hablar a Álvaro, pero nuestro añadido amigo le había cogido la verga y parecía que no la quería dejar, le sujeté para que la soltara y le hable entre ...
... risas. -No se escapará y tendremos suficiente para los dos. –Entonces Alberto me abrazó dejando la polla de nuestro amigo y que fuera avanzando hasta el borde de la piscina. -Es tremenda, se nota más grande en la mano que a simple vista. -¿Ya podrás contenerla en tu culito? -Nos hablábamos al oído riendo sin podernos contener mientras Álvaro nos miraba ya fuera del agua. Viéndole desde abajo parecía una gigantesca estatua con su colgante pene en una clara desproporción. -Te juro que de esta noche no pasa sin que me abra el culo con ella aunque me lo rompa. –Hasta Álvaro se reía sin saber de qué, él nos veía abrazados sin poder contener la risa y también él lo hacía. -¿Qué estaréis tramando con tanto cachondeo, putos? -Tiene que ver contigo y luego te lo diremos. –Nos secamos el cuerpo y cogimos una cerveza cada uno, dimos un largo trago y nos fuimos para la casa llevando las latas que estaban llenas. Álvaro se inclinó para dejar el cubo con las cervezas en el suelo y le abracé por detrás apoyando la polla entre sus nalgas. -Eso es sagrado, que no se te ocurra meterlo. –Mi amigo aún se resistía a convertirse en un puto dejándose coger el culo, pero estaba seguro de que terminaría probando una polla, y lo mejor sería que fuera con uno de nosotros, mejor aún que fuera con la mía. -No te preocupes a Alberto y a mí nos interesa otra cosa por ahora, pero tienes un culo precioso. –Moví las manos hacia su parte delantera para apoderarme del tronco, a medias de erectar, que inmenso le ...