Mi gusto por los maduros comienza así
Fecha: 13/08/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: Samantha Maggie, Fuente: CuentoRelatos
... había puesto un vestido negro, ajustado y muy cortito, tanto, que lo tenía que estar acomodando cada vez que me sentaba para que no se me viera la tanga. Como en el edificio hay vecinos que son muy chismosos, quise disimular un poco los planes que tenía con mi novio, así que decidí invitar a mi mejor amiga y a otros dos amigos al departamento, para que todo pareciera una reunioncilla. Cuando le conté a Claudia que mi vecino me traía loca, ella me contestó -Pero es casado, Samantha. ¿A poco no te importa?- -No me importa. Es que me encanta. ¿Y sabes? Llevo como un mes fajando con René en las escaleras para que mi vecino me vea y se le antoje- Le confesé a Claudia. -Ay, Sami. No sé si ese sea un buen plan para conquistarlo. Yo digo que tienes que buscar una manera de acercarte a él y que no precisamente exhibiéndote así- Y luego, como si acabara de tener una brillante idea, me dijo -¿Crees que esté ahorita en su casa? -Sí, llegó hace poco ¿Qué estás pensando, Claudia? ¿Qué lo invite con nosotras? -No tonta. Solo invéntate algo para ir a buscarlo. Yo te ayudo. Vamos. Claudia y yo pusimos manos a la obra y cuando René me preguntó a dónde iba, le dije que tenía que acompañar a Claudia por toallas femeninas, para que él no se ofreciera a acompañarnos. Cerré la puerta detrás de mí y me planté frente a la entrada del departamento de al lado, me sentía ridícula y como no me animaba a llamar a la puerta, Claudia lo hizo. -Hola, Samantha- Dijo Manuel cuando apareció frente a nosotras ...
... luego de unos segundos. -Ho… Hola… Yo…- Me sentía como una niña frente a la clase intentando exponer un tema que no preparó. Entonces Claudia actuó rápido. -Te llamas Manuel ¿verdad?- Preguntó mi amiga, con total confianza en sí misma. –A Samantha le da mucha pena pedirte que le compartas tu contraseña de “wi-fi” solo por esta noche, es que venimos a tomar unas cervezas con ella y como en casa de Sami no han pagado el internet, no podemos poner música en YouTube. Mi vecino asintió y luego de invitarnos a pasar, fue por lápiz y papel para anotarnos la clave de su servicio inalámbrico. Claudia, que siempre fue más despierta y atrevida que yo, siguió adelante con su plan, del que apenas si me había dado detalles antes de ponerlo en marcha. –Gracias, eres muy amable. ¿Te parece si a cambio te traigo una cerveza?... Por las molestias- Dijo mi amiga y Manuel aceptó de buena gana. Al quedarme a solas con él, no supe cómo comenzar una conversación, así que cuando nos sentamos en su sala, le pregunté por su mujer, a la que no se le veía por ninguna parte. -Yesenia se fue a un curso. Todos los sábados tiene clase y cuando termina, se va a visitar a su mamá. ¿Tú tienes fiesta hoy? Te ves muy bonita. Como si fueras a salir a bailar. Yo me sentí halagada y luego de agradecerle el gesto, le dije -No es una fiesta, solo invité a unos amigos y a Claudia a pasar el rato. Ellos sí irán a bailar después, pero yo no puedo acompañarlos, porque tengo que cuidar a mi hermano y mi mamá no me dio ...