1. De nuevo fui infiel en un boliche


    Fecha: 09/08/2018, Categorías: Infidelidad Fantasías Eróticas Autor: hilda, Fuente: CuentoRelatos

    ... Carlos, el dueño del boliche, me puso su hermosa pija que no era menos voluminosa que la del mozo, frente a mi rostro. Se la tomé con la otra mano y comencé a chupársela con manifiesta calentura. Mi vagina estaba empapada y el deseo de ser poseída por esos dos tipos era ya desesperante. Entonces el mozo se sentó en el sofá y me hizo montar sobre él arrodillada en los mullidos asientos y me dijo: -Dale puta, comete esta verga que te vas a gozar como una prostituta. Ayyyyy, que placer sentir la penetración de esa cabezota en mi mojada conchita. De inmediato me bajé hasta tragármela hasta los testículos y comencé a perrear como una loca y mientras descargaba mi primer orgasmo. Carlos estaba parado sobre el sofá dándome su hermosa pija por la boca, haciendo que me la tragara, casi hasta los testículos. El mozo le dijo a Carlos que me la diera por el culo y de inmediato se puso detrás de mí con su verga muy dura apoyándome el botón en el esfínter. Yo me metí un dedo en el ano y luego dos y comencé a hacerme masajes para dilatarlo un poco mientras el mozo me bombeaba sin parar haciéndome terminar de nuevo. Le tomé la pija a Carlos y la apoyé en la puerta de mi ano, abriendo mi cachete con una mano. La penetración me hizo sollozar de gozo y le comencé a pedir a gritos que me la mandara hasta el tope. Cuando sentí golpear los testículos en mi culo no pude contener un nuevo orgasmo mientras mis movimientos febriles me mantenían muy bien ensartada en esos dos garrotes. Después me ...
    ... hicieron dar vuelta de espaldas al mozo que me empaló en su magistral poronga, en una penetración anal que me hizo ver hasta la última estrella del universo. En unos pocos minutos yo estaba moviéndome con un goce infernal con esa enorme pija metida en mi intestino y ofreciéndole mi concha inundada en flujo a Carlos que me la mandó a guardar de un solo envión. En este sándwich sexual pude tener dos o tres orgasmos más hasta que los dos tipos comenzaron a eyacular, primero el mozo me hizo sentir la leche caliente en el fondo de mi recto y luego Carlos me llenó de esperma la vagina. Luego me pusieron sus pijas en la boca para que se las lamiera, lo cual hice con gusto hasta dejárselas bien limpias. Los tipos finalmente salieron de la habitación y detrás de ellos lo hice yo con mi tapado cubriendo mi vestido que no pude coser totalmente. Mi esposo esperaba impaciente y me preguntó por la demora, no recuerdo que le dije, seguramente que había intentado arreglar el vestido pero no lo había logrado por lo que luego nos fuimos a casa, yo llena de leche de mi esposo en mi pancita, del mozo en el culo y de Carlos en la vagina. En casa mi esposo volvió a buscarme y cogimos con desesperación, él recordando mi atrevido vestido en la pista y yo, el formidable combate que había tenido con Carlos y el mozo. Fue una vivencia maravillosa. En la actualidad cuando pienso en esa noche me excito mucho y si no está mi esposo para satisfacerme, tengo que masturbarme para sacarme la calentura que me ...