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El invitado
Fecha: 30/09/2017, Categorías: Sexo en Grupo Primera Vez Autor: Eroslifewoman, Fuente: CuentoRelatos
... yo a los dos). -Sí, pero empieza con suavidad por favor, estoy nerviosa y debo confesarte que excepto con mi marido no lo he hecho con ningún hombre más. (Me dijo ella). -Tranquila (le dije intentando transmitirle toda mi serenidad). Me miró y me preguntó. -¿Quieres que me quite el sujetador? -Como quieras, sino te lo puedo quitar yo. (Le contesté) Ella que permanecía sentada sobre la cama se incorporó hacía adelante, y con esa habilidad que solo las mujeres tienen buscó con sus manos el cierre metálico del sujetador blanco y lo desabrochó saltando éste levemente hacía adelante y liberando un poco más sus pechos. Encogiendo un poco los hombros se liberó del sujetador fácilmente dejando caer unas tetas blancas de pezones pequeños y rosados. Dobló con delicadez esos sujetadores y los dejó en la mesita de noche. Me fijé que lo había dejado junto a una caja de condones y un pote de vaselina nuevos. Como por un acto instintivo se las tapo con sus brazos pero no tardó ni un minuto en mostrármelas y levantó sus caderas para hacer deslizar sus bragas blancas por sus piernas, levantando primero una y después la otra se las quitó dejándolas junto al sujetador, también dobladas. Su coño estaba depilado por los bordes y sobre el clítoris había dejado una pequeña hilera de pelo muy fina y sugerente. Era un coño estrecho y rosado pero a mi impresión seco aún. Yo me acerqué a ella. Mientras me iba desabrochando la camisa. La camisa la dejé en el suelo. Saque dos condones que llevaba por si ...
... no tendrían y los dejé junto a su ropa interior. Me paré un momento para desabrochar mi pantalón. Me lo bajé. Mientras me desvestía la miraba y cada vez me parecía más sugerente. Me quedé solo con el short negro que llevaba y con una erección descomunal que sin duda alguna ella debió ver. Me lo quité y mi polla calló a plomo, erecta y dura como un mástil. Me excitaba la idea de follarme aquella esposa. Follarme a su mujer, me ponía cachondo a mí y creo que más todavía a él. Él se había quedado también en calzoncillos y eso al principio me sorprendió. Después recuerdo que me había dicho que si se excitaba mucho se uniría pero solo con su esposa. Debía tener muchas ganas porque aún no habíamos empezado y ya se estaba calentando acariciando un bulto que se insinuaba en sus calzoncillos. Bueno (dijo suspirando y poseído por el morbo). Ella me miraba, ya más dispuesta. Parecía que al encontrarse desnuda y accesible ante mí y el hecho de verme a mí en la misma situación con una erección tan grande habían acabado por poner fin a la frialdad inicial para crear un clima de morbo erotismo idóneo para comenzar. Justo delante de ella decidí coger su mano suavemente por su muñeca y junto con la mía la acompañé acariciando mi pierna derecha, suavemente, despacio. Ella cerró los ojos mientras notaba mi piel y se inclinó un poco más hacía mí hasta sentarse en el borde de la cama frente a mí. Escuchaba los suspiros de excitación de su esposo. Y los de ella también aunque mucho más apagados. ...