1. El terrible peso de la duda


    Fecha: 26/06/2018, Categorías: Infidelidad Hetero Autor: Rape2, Fuente: CuentoRelatos

    ... la braguita. La chica, agradecida, le preguntó al chico si quería subir con ella a la tarima. Él aceptó. La otra chica hizo lo propio con otro de los chicos que también le había dado una buena propina y los cuatro subieron en la tarima. El resto de los chicos les animaban desde la mesa con grandes alaridos. Las dos chicas comenzaron a provocar a los chicos. Les decían que si eran verdaderos machos, que si lo eran debían demostrarlo, que hacía tiempo que no veían una buena polla y cosas así y cuanto más les picaban más nos divertíamos los demás al ver sus caras de desconcierto y timidez. Finalmente, la calentura que les provocaba tener aquellos cuerpos semidesnudos tan cerca les hizo sucumbir a las provocaciones y mientras ellos se dedicaban a lamer los pechos de las chicas o a bajarles el tanga para acariciar su sexo ellas los comenzaron a desnudar hasta dejarlos completamente en bolas Aquello comenzaba a ponerse interesante. Las pollas de aquellos chicos no eran ni mucho menos grandes, digamos que normalitas pero sirvió para hacer aumentar la temperatura de nuestros cuerpos en varios grados. Ahora, las dos mesas de las chicas también gritaban y decían obscenidades a los chicos de la tarima y cuando las dos chicas dieron por finalizado el show se escuchó un gran aplauso en toda la sala y risas y murmullos por doquier. Tan sólo tuvimos unos minutos de relax pues enseguida comenzó el espectáculo para las chicas. Al igual que las bailarinas, en la tarima aparecieron dos Boys ...
    ... que comenzaron a bailar al ritmo de la música mientras se deshacían con bastante gracia de sus ropas. Ellos no tuvieron ningún pudor en deshacerse de sus slips y quedar completamente desnudos ante nosotras. Era increíble. Aquellos dos ejemplares estaban buenísimos. Tenían un cuerpo muy trabajado y cuidado y sus pollas descomunales apuntaban al cielo casi desde el mismo momento en que habían comenzado su actuación. Fue entonces cuando noté que me estaba empezando a calentar de veras. En realidad tenía motivos para ello, no sólo por la visión exuberante del miembro del boy, si no porque durante los días previos a la despedida había tenido la regla y no había mantenido relaciones con mi novio, cosa que por otra parte suelo hacer casi cada día. Imagino que por eso comencé a excitarme de una manera que hacía tiempo no recordaba. Los boys bajaron de la tarima y cada uno de ellos se dirigió hacia una mesa. En ambos casos las respectivas novias eran los centros de atención de los boys. Era a ellas a las que dedicaba todos sus bailes, todas sus caricias, todas sus provocaciones. Yo me moría de la envidia en esos momentos pero casi no pude resistirlo cuando Sonia intentaba abarcar con sus dos manos la larga herramienta del chico, y a una indicación de éste le lamió suavemente y con agrado el rojo glande del chico. Aquello era una tortura terrible. Tener una polla tan rica tan cerca y no poder catarla me resultaba desmoralizador, más al ver la cara de felicidad que tenía Sonia mientras ...
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