1. Una visita inesperada


    Fecha: 25/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: DARK, Fuente: CuentoRelatos

    ... de agradecimiento. Me han dicho que has tenido un pequeño incidente esta tarde. ¿Estás bien? –continuo. -No ha sido nada. Solo he tropezado con una persona. Estaba algo enfada por lo de las compras –dije- Bueno, hablaremos de eso –le insistí sonriendo. El me devolvió la sonrisa. -Eres incorregible –concluyo. Luego nos dimos dos besos rozando apenas nuestras mejillas y entre al comedor. Una mesa vestida espléndidamente para la ocasión ocupaba el centro del gran comedor. La cena transcurrió tranquila, con conversaciones intrascendentes, mientras degustábamos unos exquisitos manjares. Después de la cena había preparada una pequeña fiesta. Yo estaba cansada y no me apetecía. Después de tomar una copa me disculpe con el anfitrión y me retire a mi alojamiento. La casa estaba en completo silencio. Los grandes ventanales que tenían durante el día unas espectaculares vistas al mar estaban abiertos. El suave rumor de las olas se escuchaba desde el dormitorio y un agradable aroma a salitre invadía el ambiente. Unas incontrolables ganas de bañarme en el mar surgieron en mi interior. Me quite el elegante vestido y busque uno de mis biquinis. Encontré uno negro, me lo puse y salí a la playa privada que se extendía frente a mi alojamiento. Camine por la playa con calma, sintiendo la suave y fina arena en mis pies, hasta que el agua empezó a romper en mis tobillos. Poco a poco fui entrando en el agua, sintiendo como el agradable frescor del mar acariciaba mis pantorrillas, luego mis muslos, ...
    ... después empapo mi sexo a través de la fina tela del biquini, siguió subiendo por mi abdomen, alcanzo mis pechos haciendo que estos reaccionasen inmediatamente con la fresca caria del mar en mis pezones. Comencé a nadar. Nadé durante unos minutos y regrese a la playa. Pasee a lo largo de esta para secar mi cuerpo con la suave y cálida brisa antes de volver a casa para irme a la cama. Estaba a un centenar de metros de casa cuando una sombra apareció frente a mí. Pude adivinar el brillo de unos ojos de gato. Me quede quieta. No debía haber nadie. Y la sombra avanzaba muy despacio hacia mí. Conforme se acercaba pude los rasgos de la sombra se iban definiendo. Vestía una camiseta blanca y pantalón oscuro. Finalmente cuando estaba a una decena escasa de metros de mi vi quien era. Era, Borja, el joven con el que había tropezado esa misma tarde. -¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado? Si te encuentran los guardias te meterás en un buen lio –le dije sorprendida de verlo. -No importa como entrado. He venido a por ti –fue su respuesta. -¿Cómo? –pregunte sin salir de mi sombro por sus palabras. -¿Esa es tu casa? –me pregunto al tiempo que me hacía un gesto con la cabeza indicando el lugar. -Sí –fue lo único que pude decir. -Hace horas que te espero. Vamos –dicho esto me cogió de la mano y camine tras él hacia mi alojamiento. -¿Qué quieres de mí? –le pregunte ya dentro de casa. -Te quiero a ti. Quiero hacerle el amor. Quiero sentir tu cuerpo en mi cuerpo –fue su respuesta. Puso sus manos en ...
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