1. Le fui infiel a mi novio y lo gocé


    Fecha: 24/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: carmenmosqueda, Fuente: RelatosEróticos

    ... imaginarán al otro día el dolor y los moretones que traía. Por supuesto que siguió insistiendo en ir al departamento, pero me negué. Regresamos con los demás. Ya casi eran las 4 y comenzamos a despedirnos. Quedamos en que me mandaría un mensaje por Facebook y eso fue todo. En el taxi de regreso fuimos hablando de nuestras locuras y de cómo Gisela y yo habíamos acabado pasándola tan bien. Al otro día, ya se imaginarán, la cruda y el dolor de cabeza. Tenía dos mensajes de José Luis que le contesté en la mañana. Por supuesto, ni idea de que su noviecita puteó de lo lindo toda la madrugada. Lo vi por la noche y ni sospechó. Durante la semana, estuve esperando algún mensaje de Daniel pero no llegó ninguno. Tampoco rastro de actividad en su muro de Facebook, así que decidí esperar. Total, si todo iba a acabar en unos besos casuales, por mí estaba bien. El martes por la mañana de la siguiente semana, mi madre me informó que para el viernes no hiciera planes pues iba a haber una cena familiar en casa de la abuela y que tenía que ir vestida formal. Le pregunté si podía invitar a mi novio y me dijo que sí, que la reunión era a las 10 de la noche por la zona de San Ángel. Ese mismo día le platiqué a mi novio y me dijo que llevaría el coche entonces, pues ese día sólo iría a una clase por la mañana, regresaría a su casa y luego pasaría por mí a eso de las 9 en el estacionamiento de la escuela, en el lugar donde siempre dejaba su coche. Todo perfecto. Yo siempre salgo de la escuela ...
    ... alrededor de las 4 de la tarde, pero los viernes me quedó un rato más a comer ahí mismo, a platicar con las amigas o a ir a los bares que están atrás de la universidad. Mi novio pasa por mí a las 9, y ya de ahí nos vamos a cenar, a tomar a algún bar, ver a amigos o simplemente a hacer cosas que hacen todos los novios (tener sexo). En este caso, pasaría por mí y de ahí iríamos a la cena. A todo esto, Daniel se dignó a mandarme un mensaje hasta el miércoles. Igual yo pensé que sólo sería para decirme que la pasó bien y que se había divertido, o para saludarme. Pero el muy cabrón quería que nos volviéramos a ver, aunque omitió todo tipo de insinuación o proposición sexual: “Hola Carmen, espero la hayas pasado tan bien como yo aquel día. Te escribo para que vayamos a comer el viernes, a eso de las 2 o 3 de la tarde, si puedes. A partir de la próxima semana entraré a trabajar los fines de semana, así que será difícil que podamos volver a coincidir, prometo que esta vez será la primera y última vez que te invite, vale. Un beso”. WTF. O sea, ir a comer luego de todo lo que habíamos hecho, jajaja. En fin, pensé que no tenía nada de malo su invitación y que además sería la primera y última vez que saldríamos solos. ¿Por qué no? Además de la comida con Daniel, para colmo, ese viernes tenía una exposición de 11 de la mañana a 1 de la tarde y la cena con mi abuela. Obviamente no le iba a decir nada a José Luis de ir a comer con otro tipo. Y, por último, tampoco podía quedarles mal a mis papás ...
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