Le fui infiel a mi novio y lo gocé
Fecha: 24/06/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: carmenmosqueda, Fuente: RelatosEróticos
... perderíamos más el tiempo en llegar a algún motel o algo parecido. Me paré a mitad de las escaleras, volteé y empecé a besarlo ahí mismo. —Eres un tonto, ¿sabes? Un tonto bastante guapo. Mientras me besaba, me agarró las nalgas y las piernas de forma tan morbosa que si por mi fuera ahí mismo me lo tiraba. —No hay que subir mucho, el departamento está en el segundo piso. Mejor démonos prisa y que nadie nos vea aquí—, me dijo. Llegamos, abrió la puerta y dejé mi bolsa en el primer sillón que encontré. El departamento era amplio, no lo recuerdo muy bien pero además de sala, tenía comedor, cocina y unos dos o tres cuartos. Había muy pocos muebles pero en términos generales estaba bastante bien cuidado. Él fue a la cocina y trajo dos vasos de agua. Nos los tomamos. Se quitó su chamarra y su camisa, pude admirar su pecho y su abdomen tan perfecto, me tomó de las manos y me atrajo hacia su cuerpo. Nos besamos con tanta desfachatez que pensé que me cogería en la sala: tocaba mis nalgas como un recluso sin meses de sexo, besaba mi cuello como puberto de secundaria y tocaba mis bubis por debajo del vestido. Entre besos me llevó a la entrada del cuarto que teníamos apartado. —Mira, este es el cuarto. Lo abrió, entramos e inmediatamente lo cerró con llave. —Al parecer no vendrá el roomie de mi amigo pero por si las dudas. Nada más entré, me senté en la cama y con un dedo le hice la señal que se acercara a mí. —Creo que debo volver a probar mi dulce. Se quitó su pantalón y su bóxer al ...
... instante y quedó totalmente desnudo. Yo seguía totalmente vestida. Desnudo se veía aún más guapo que con ropa, su piel morena contrastaba con su barba tupida, quería comerme ese cuerpecito entero y para mi solita. Me levanté y empecé a besarle el pecho, luego le besé todo (¡sí todo!): sus piernas, sus brazos, su espalda, sus nalgas. Luego volví a sentarme en la cama para que su verga quedara a la altura de mi cara, ya no estaba tan erecto como lo había dejado así que tuve que levantarlo otra vez. —Mhmmm, sluppp, mhmmm— era todo lo que salía de mi boca. Nuevamente yo empecé a mojarme y sentir esa adrenalina que sentimos las mujeres justo antes de tener sexo. Además no dejaba de ser una chica con novio y eso me prendía aún más. Daniel estaba parado, se inclinó mientras yo seguía succionando y desabrochó mi brassier por la parte de atrás. Fue muy difícil quitármelo porque el vestido estaba muy pegado a mi cuerpo, pero al final logró sacármelo y así pudo tocar mis tetas a placer. Después de algunos minutos de sexo oral, su verga volvió a mostrarse en todo su esplendor, la carnosidad dentro de mi boca y la sensación de sus venas en mi lengua no tenían comparación. En mis reposos, pude notar que totalmente parada le medía de 20 a 22 cm. Me sostuvo de los codos para poder levantarme, volverme a besar y agarrarme mis nalgas. Aún ya estando parada, mis ojos no quitaban la vista de su pene. Daniel se quedó mirándome de arriba abajo, admirando mi figura aún vestida. Su polla apuntaba al ...