LO CONOCI EN EL GIMNASIO - Relatos Eróticos

LO CONOCI EN EL GIMNASIO

Nos empezamos a besar con ganas, con deseo, mientras empezábamos a acariciarnos. El condenado besaba muy bien, le tocaba el pecho los brazos la espalda su cara, le agarre las nalgas con fuerza, las tenía gruesas y tonificadas, como a mí me gustaban. No es nada en contra de la gente que no hace ejercicio pero me gusta acostarme con gente que se cuide. Empecé a jugar con esas nalgotas mientras el hacía lo propio, me pasaba la mano por todo el cuerpo y me acariciaba la verga sobre la pantaloneta. Nos quitamos las camisas y seguimos besándonos contra la pared. A esas alturas del partido yo había empezado a abrirle las nalgas y pasar un dedo por el medio así que le quite la pantaloneta y en bóxer, quedo completamente desnudo ante mí. Yo le daba dedo y a él le gustaba y así seguimos hasta que paramos y le digo: Vamos a tu cama. Les voy a contar mi historia, soy de Santa Marta Colombia. Empiezo describiéndome, tengo 30 años, soy blanco alto pelo negro ojos cafés y no es por dármelas de nada pero soy atractivo de cara y llevo muchos años de disciplina dándole duro al gimnasio y las pesas así que tengo un cuerpo bien trabajado, Troto por las mañanas, gym por la noche. Siempre me ha gustado el sexo en todas sus formas, soy súper arrecho, si por mi fuera culiara todos los dias a toda hora pero es difícil encontrar mujeres que chupen la verga mucho menos que se le midan a dar culo (sexo anal, me gusta mucho), por lo cual empecé también a estar con hombres, por lo general los gay son más ...

... pervertidos y se le miden a eso y más. Un dia cualquiera en los trotes de la mañana conocí un tipo, más joven que yo, 25 a lo sumo le calculaba, bien lindo el chico, rubio ojos claros, no era tan alto pero tenía un cuerpazo, no tan desarrollado pero si estaba en forma. Yo casi no fraternizaba con la demás gente que salía a trotar pero el muchacho me llamo full la atención y parece que yo también a él. Cuando pare a descansar el también en el mismo sitio y me metió conversación. Me pregunto que como hacía para mantenerme así, que él lo intentaba pero no pasaba del estado físico en el que estaba. Yo muy amablemente me ofrecí a ayudarlo. Lo cite en el gimnasio al que asistía y le iba enseñando mis ejercicios y movimientos, así pasó una semana viéndolo en las mañanas trotando y en las noches en el gym. Un dia me dice, man puedes ir a mi casa, es que compre un kit de pesas y un equipo de gimnasia en casa y no sé cómo armarlo. Listo, el fin de semana llegue a su casa y lo ayudé, me invito a almorzar (cocina excelente) y me dice que le enseñe como hacer un ejercicio en el que tenía problemas, empecé a ayudarlo pero la postura estaba mal así que le puse la mano en el pecho y en la pierna para corregirlo. Siguió haciéndolo mal, y yo con mis manos en su pecho y abdomen para que contraiga bien el musculo. Cuando vine a ver le había pasado la mano por todo el cuerpo y se me había parado la verga así que lo solté. El me pregunta que paso, yo le digo no nada, y él me responde: será que te ...