Entre amigas no hay secretos
Fecha: 12/06/2018,
Categorías:
Infidelidad
Anal
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
- Me acaba de llamar Paola. Dice que llega a tu casa en 30 minutos. - ¿De veras crees que vendrá? - Creo que sí. La oí decidida a hacerlo. Aquella fue la conversación con Diana, previo a conocer a su amiga Paola, en lo que vendría a hacer una más de mis aventuras recientes. Si algún día leyeron mi relato: "Un calzón más para mi colección", pues Diana es la protagonista de esa aventura y quien aún trabaja para la compañía donde yo era el vicepresidente. Resulta que es ahí mismo donde conoce a su amiga y trabajan en el departamento de contabilidad y por esos pasillos hay fotografías ampliadas de algunos de los ejecutivos recientes y otros que ya no estamos. Y es como yo aparezco en la vida de Paola, por medio de esa foto: - ¡Es un hombre guapo! Quizá de los pocos que me harían traicionar a mi marido. - ¿Crees que serias capaz de comértelo? – le pregunta Diana. - ¿Tú no serías capaz de olvidar a tu marido por unas horas para comerte semejante ejemplar? - Yo si… ¡Ya lo hice! Ya me lo comí. - ¡No mientas! ¿Tú te has comido a ese papasito? Es como Diana me cuenta que le ha contado lo nuestro, e incluso le cuenta que conoce a otras chicas que tienen eso en común con ellas: el haber follado conmigo. Todo esto se conlleva después de ese encuentro en una faena sexual con Diana, que me dejó asombrado, pues por primera vez hemos follado en la misma cama donde ella folla con su marido, pues este se encuentra atendiendo una situación de emergencia de su madre y ha tenido que volar por ...
... esos días a Colombia. Obviamente con Diana son faenas espectaculares, pues a ella le gusta todo lo que a mí me gusta y puede ser sutil o delicado, a como puede ser agresivo y tosco. Ella es multi orgásmica y después de esa faena de dos horas follando duro en todas las posiciones imaginables, Diana me cuenta: - Sabes, mi amiga Paola estaba en la otra habitación escuchando cuando me culeabas. - ¿Cómo? - Si. Ella no me creía que traicionaba a mi esposo contigo… y más creo que no creía que me follaba a tremendo muñecón. - ¿Por qué lo has hecho? - Morbo… quería que ella supiera que este guapo me causa ricos orgasmos. - ¿Y qué te ha dicho? - Que desde que se casó, no se había cacheteado la cuquita. Para abreviar el relato, aquel día Paola llegaba a mi casa, pues quería cumplir esa fantasía de ser penetrada por alguien que no fuera su marido. Por Diana sabía que era una de esas chicas frustradas por sus compañeros de vida, quien por esos años de juventud no tienen muchas veces control mental. La queja que me llegaba por medio de Diana, era que su marido pocas veces le hacía llegar al orgasmo y esto solo ocurría cuando él estaba tomado y ella no soportaba el olor a licor de su marido. Lo único que conocía de Paola, era que tenía 24 años, piel clara y cabello negro; delgada, de bonito rostro y sensual figura. Esta era la apreciación de Diana y me hizo saber de las inseguridades de Paola al narrarme una plática anterior: - ¿Y si no le gusto? - Paola, eres una linda chica… ¿Cómo crees que ...