Vicio y perversión. Soy Jonathan
Fecha: 02/09/2017,
Categorías:
Gays
Erotismo y Amor
Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos
polígono. - - Jajaja, que cabrón eres, te gustó lo que te conté... ¿Eh? - - Jejeje, la verdad es que si tío... Me puso muy cachondo escucharte. - - Pues todos los sabados que salimos de copas, nos follamos a una. Primero elegimos a una guarrilla que esté buena y nos guste a los tres, y después de tontear un poco con ella, le echamos un poco de burundanga en la bebida sin que se entere. Luego nos la llevamos a un sitio apartado que no haya nadie y nos la tiramos uno tras otro, hasta que le reventamos el coñito a pollazos. - Mientras escuchaba a Ruben de hablar, me levanté y fui a la nevera a coger otro par de cervezas. Pero esta vez la suya, llevaría una buena dosis de lo que a él le gustaba echarle a las tías para violarlas, y abusar de ellas. Se la pasé y se bebió más de la mitad de la birra de un solo trago. No pasaron ni dos minutos y ya se le trababa la lengua al hablar, se le aceleró la respiración y los goterones de sudor le caían por la cara abajo. El magreo que se daba con la mano en el paquete mientras relataba sus hazañas, ya era super descarado, sin ningún pudor, y estaba muy claro que le importaba un huevo que yo lo viera o no. Ahí supe Ruben... que ese niñato violador de mierda, ya estaba listo para hacer lo que yo quisiera, para obedecer todas mis ordenes y darme un festín de placer a costa de él. - ¿Te gustaría volver a comerle el coñito a esa tía que me está hablando cabrón? - - Siiii... ¡Mmmmm!... ¡Que rico ese coñito todo húmedo! - - Está aquí tío... ¿No lo ...
ves?... Mira colega, mira que coñito para ti, para que te lo comas todo entero y le metas toda la lengua dentro. - Le puse mi culo delante de su cara y me bajé los calzoncillos hasta los tobillos. Me separé las nalgas con las manos, estirando la piel a tope y mostrándole bien mi orificio anal. Luego me senté literalmente encima de su boca, enterrándola por completo entre mis glúteos, y presioné con fuerza hasta que el niñato sacó la lengua y empezó a lamer. Era una gozada sentir su lengua desplazándose, acariciando, y mojando de saliva cada milímetro de piel. Notar como sus labios se amoldaban al diámetro del agujero cada vez que lo besaba, y acto seguido, percibir como me penetraba el ano con la sinhueso e intentaba meterla toda dentro, y todo lo que podía. Como yo estaba inclinado dándole el trasero y Ruben sentado en el sofá con las piernas abiertas, veía perfectamente desde mi posición su estupendo paquete bien gordo, y su pollón super señalado en el pantalón. Latía y se movía por debajo de la tela, como queriendo romperla y salir de su prisión, y dejando con el roce de la lucha una mancha grandísima de pre-cum en la parte que reposaba su capullo. - Bajate los pantalones mamón, y enseñame esa polla que tienes entre las piernas, y de la que tanto presumes... Pero no pares de chupar... no pares hasta que yo te lo diga cabrón de mierda. - Se bajó los pantalones de deporte hasta las rodillas, y yo continué tirando de ellos hasta abajo, ayudándole a quitárselos entero. Ruben ...