La excursion naval - Relatos Eróticos

La excursion naval

... niñas.

Dubitativamente obedecieron y ahora estaban allí de pie totalmente desnudas y sus manos entrelazadas por la parte delantera intentaban cubrir su entrepierna.

Solo pasaron un par de minutos, interminables minutos, hasta que los hombres aún sentados, comenzaron a hablar entre ellos, acordando hacer parejas para el juego.

-Tío Hassan, dado que la próxima semana es tu cumpleaños, creo que debes tú mismo elegir tu regalo, 60 años no se cumplen todos los días.

-Entonces si me lo permitís, me gustaría junto con mi hijo jugar con la morenita.

-Por supuesto hermano, así será. Siempre supimos de tus gustos por las jóvenes vírgenes.

Sin más demora, todos se levantaron y se despojaron de sus albornoces, quedando también completamente desnudos para desesperación de las chicas.

En primer lugar, Omar padre y Omar hijo se acercaron a Gema y agarrándola por el brazo y con brusquedad, la empujaron sobre una de las camas.

Ahmed y Hassan hicieron lo mismo con Patricia, ocupando la otra cama que quedaba libre.

Las chicas trataban de forcejear y mostrar cierta resistencia, aunque sabían que era inútil su esfuerzo. Entre los dos hombres, las sujetaban en las respectivas camas y a veces bocarriba y bocabajo en otras ocasiones, eran manoseadas en todas sus partes. Las escenas iban ocurriendo simultáneamente, sin que cada chica pudiese reparar en que le sucedía a la otra.

Gema estaba tumbada bocarriba y le habían colocado unos almohadones bajo su cabeza. En esa ...

... posición, con su cabeza elevada, estaba siendo obligada a chupar la polla del joven Omar. Mientras tanto su padre había agarrado la mano de la chica y la llevaba a sus genitales manoseando con esa delicada mano sus testículos y su polla erecta.

Mientras tanto en la otra cama, era Ahmed quien se había colocado almohadones bajo su espalda de forma que prácticamente estaba sentado con sus piernas abiertas y Patricia yacía tumbada bocabajo entre sus piernas, con la polla dentro de su boca y su cabeza agarrada por el cabello era dirigida arriba y abajo por el propio Ahmed. A la vez su padre se había situado a los pies de la cama y había abierto las piernas a la chica, quien bocabajo mostraba su trasero y sus muslos separados dejaba ver la entrepierna. Hassan apoyaba su cabeza en el trasero de la chica a modo de almohada y al segundo siguiente, volvía a mirarla sus agujeros vírgenes separando sus nalgas.

Casi incomprensiblemente, las dos muchachas se estaban dejando hacer, prácticamente rendidas y sólo de oía en la sala algún gemido de placer de los hombres y algún quejido por parte de ellas.

Después de unos cuantos minutos manteniendo esos juegos, decidieron pasar a mayores y para esa segunda fase, si prefirieron no hacerlo de forma simultánea, de manera que todos vieran a cada una de las chicas.

-¿Empezamos nosotros?, preguntó Omar hijo.

-Adelante.

Hassan y su hijo Ahmed permanecían sentados en la cama de al lado con sus pies sobre el suelo, habiendo colocado a ...