Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI - Relatos Eróticos

Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI

Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI

11.- Gracia, Merche y Fátima

Viernes 5 de junio de 2.026

Estaban los tres desnudos sobre el césped, recuperando el resuello y Benito aún asombrado e intentando asimilar si el ultimo comentario de Merche había sido una broma, o si realmente tenía algo de vaticinio, pues acababa de decir riendo y con evidente cachondeo:

“Entonces no hay ningún problema, si la has preñado te casas con ella y cuidáis los dos a la criatura. Si a ti te gustan los niños, a ella creo que le gusta follar contigo, y a la suegra también. Ja, ja, ja ….

El sonido del móvil sobresalto a Benito, y rompió el ensimismamiento de aquel atribulado hombre que estaba pensando, más bien soñando que, a pesar de la diferencia de edad, no sería nada descabellado acabar teniendo una esposa tan joven, bella y comprensiva como Fátima, que aceptaba que tuviese relaciones al margen de su matrimonio incluso con su madre, y que posiblemente le podría dar unos hijos sanos y hermosos. Tras el sonido del móvil y regresar de sus pensamientos bruscamente, se estiro hasta donde estaban sus pantalones sobre el césped y cogió el móvil poniendo el manos libres a la vez que descolgaba al comprobar que era Gracia,

-Si, dime Gracia.

-Acabo de poner la comida a mis gatitos y voy para tu casa, ábreme. – se escuchó la voz de ella – Estoy llegando.

-Voy ahora mismo. – dijo Benito colgando, y dirigiéndose a sus dos nuevas amantes las dijo – Deberíais poneros los ...

... bañadores.

Sin ni siquiera mirarlas y dando muestras de nerviosismo, se puso haciendo equilibrios el pantalón deportivo y salió disparado para abrir la cancela a Gracia, por lo que no entro en la casa si no que la rodeo, dándose cuenta entonces que ella podría haber entrado tranquilamente rodeando al igual que él, la vivienda, pues la cancela no la había cerrado cuando fueron a buscar los bañadores al coche, ya que después lo metieron en la cochera. Al llegar a la esquina se sobresaltó al encontrarse de frente con Gracia que riendo silenciosamente lo esperaba allí, y mediante el signo universal de silencio, colocándose el dedo delante de los labios, le dijo:

-He visto que la cancela estaba abierta y he entrado acordándome de que me has dicho que ibais a bañaros, pero cuando os he visto me ha dado corte sorprenderos en bolas a los tres. Sobre todo, por la niña con la que no tengo aún la suficiente confianza, pero veo que tu si, y también veo que me has hecho caso, has lanzado el anzuelo y has pescado dos buenas piezas en un rato.

-Joder Gracia, que susto me acabas de dar. – dijo Benito aún con aceleración cardiaca disparada y cogiendo una mano de la diva se la coloco en su pecho para que sintiese sus pálpitos – Y tenías razón, Merche estaba desesperada por follar conmigo, cada día me sorprendes más, y yo cada día alucino más con las cosas que me están pasando.

-Pues vamos a mi coche que está en la puerta y lo metemos en tu cochera, sacamos la ropa que te has comprado esta ...