Los secretos de Clara
Fecha: 07/10/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: tesliano, Fuente: RelatosEróticos
... aquel juego y cuando noté su lengua recorriendo mi polla, el calor de su boca cuando se la metía, su lengua recorriendo mi glande y esas manitas masturbandome tarde poco en correrme yo también llenándola con mi semen que luego escupió.
Quiso castigarme por eso y me obligó a besarla, recorrió toda mi boca con su lengua empapada de mi fluido, lo que no se esperaba es que me gustase y eso provocó que se empezara a excitar de nuevo.
Ella se levantó un poco y estaba de rodillas frente a mi con su cara de querer continuar, de querer que la penetrara hasta correrse de nuevo, de morbosa y con gesto sexy.
A eso no me pude negar, me puse por detrás suya con mi cuerpo pegado para que notase mi polla aunque ahora solo estuviese medio tiesa y aún tuviese que ponerse más dura, cogí el vibrador y, después de jugar otro poco pasándolo por diversas zonas de su cuerpo antes para aumentar su tensión sexual, se lo volví a meter muy despacito. Hacía movimientos como de penetración, cada vez un poco más profunda hasta que empezó a gemir de nuevo mientras que con la otra mano alternaba entre sus tetas y su clítoris.
Cuando se volvió a poner cachonda y empecé a notar como se volvía a mojar hasta que escurría por su pierna mojando la cama, me suplicó que se la metiera yo, mi polla era más pequeña que ese pedazo de vibrador, pero quería sentir mi carne dentro de ella.
Me puso un condón con ansiedad intentando controlar que no se ...
... elevara más aún su clímax, no quería correrse aún, mientras yo seguía con el vibrador y luego la empuje hasta que se quedó en 4 patas, saqué el vibrador y la penetré en esa posición. Intentando suplir a ese pedazo de vibrador, la penetraba todo lo profundo que podía mientras que movía mi cadera en círculos para que notara el roce con todas sus paredes vaginales hasta que se corrió de nuevo.
Con lo mojada que estaba, el agujero que había abierto el consolador y la relajación de abrirse por la excitación y que ya me había corrido una peineta vez, el rozamiento de mi polla era poco para correrme de nuevo, así que cambiamos de postura para que ella me cabalgará.
Yo la sujetaba de las caderas para atraerla bien hasta mi y penetrarla bien hasta el fondo. Ella estaba desatada y terminó por correrse de una forma tan intensa, con espasmos en las piernas y en el resto del cuerpo, que tuvo que abrazarme fuerte para que conseguir que parara de follarla un poco y tomar un respiro ya que no podía más.
Tras unos largos segundos pudimos retomar el polvo y cuando estaba yo a punto, la saqué, me quité el condón y me pajeé hasta que me corrí en su culo llegando algunos disparos hacia toda su espalda que terminó también empapada.
Ella se dejó caer encima mío y estuvimos tumbamos abrazados hasta que se sincronizaron nuestras respiraciones.
Decidimos que eso había que repetirlo, como os decía, era el mejor sexo que había tenido nunca.