Piedra, papel o tijeras -3
Fecha: 08/04/2018,
Categorías:
Incesto
Sexo con Maduras
Autor: juliuspartacus, Fuente: CuentoRelatos
... acariciar y a besar sus piernas, subiendo por ellas hacia arriba. Mis manos recorrían su suave piel hasta encontrar sus caderas que apreté como aferrándome a ellas; ya mi cara estaba a la altura de su divina cuca, por vez primera tenia aquella deliciosa rajita y esa mata de vellos a solo centímetros de mi cara Luego deposite mis labios sobre aquel "bosquecito" de vellos y bese su panocha. Lo bese varias veces seguidas, luego saque mi lengua y con su punta empecé a explorar la profundidad de su vulva. Lorena temblaba con cada vez más fuerza, como si tuviera espasmos por todo su cuerpo. Mientras ella temblaba con violencia, mi lengua no paraba de abrirse paso entre sus labios vaginales; yo lamía aquella húmeda cavidad pensando que por ella yo había venido al mundo, lo cual me daba más morbo y placer. Estaba embriagado con el "néctar" más delicioso, y no podía detenerme; y si me detuve fue para dar un paso más en mi enloquecedora experiencia. Despacio acerque mi mano temblorosa y con mucha delicadeza le introduje un dedo en su coño; Poco a poco le fui introduciendo mi dedo, mientras ella se retorcía de placer, miedo y culpa. Se lo sacaba un poquito y se lo volvía a meter, palpaba el interior de su cavidad al dedo inicial se unió otro, y fueron dos con los que la estaba penetrando; y pronto serian tres. Con mis dedos la estaba estimulando, introduciéndolos entre sus labios vaginales y luego arremetiendo contra el interior de su vulva, escarbándola sin piedad, mientras ella ponía ...
... gestos de dolor y excitación. Pero deje también de meterle mis dedos, y entonces escale un poco más en su cuerpo; ya mis manos buscaban sus senos y los hallaron. Por primera vez mis manos fueron aprisionando sus tetas desde la base de las mismas, desde el punto donde estas se unen con su pecho; cada teta fue encerrada por una de mis manos, que intentaba rodear toda su circunferencia. Yo iba subiendo mis manos a la medida que iba apretándolas, subiendo por sus laderas para llegar hasta sus pezones; ya pellizcaba sus pezones con mis dedos, sintiendo aquellas ricas puntas en el colmo de mi dicha. Y sin perder mucho tiempo, dirigí mi boca hacia sus pezones; los besaba, los lamía, los mordisqueaba y los mamaba como había hecho un día con inocencia y ahora lo hacía con lujuriosa malicia. Tal parecía que yo quería meter cada teta totalmente dentro de mi boca, pero como obviamente esto era imposible (sobre todo con tetas tan grandes como las de Gaby) entonces mi boca se afanaba en engullir la mayor parte posible, como un animal cuando se atraganta con algo demasiado grande. Le mamaba los senos con desesperación, como poseído; ella no dejaba de temblar y se aferraba más duro a las sabanas, mientras alzaba la cabeza como buscando aire, con los ojos cerrados. Yo estaba loco, mi deseo era hacer con ella lo que tantas veces solo me había atrevido a soñar. Me mi verga erecta con mi mano y la coloque en la entrada de su coño en la posición adecuada para la penetración; yo empuje y la punta ...