1. Piedra, papel o tijeras -3


    Fecha: 08/04/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: juliuspartacus, Fuente: CuentoRelatos

    ... se introdujo un poco. Ella arqueo la espalda y con las manos se agarro del copete de la cama; y entonces, yo empuje más mi miembro dentro de ella. L – ahhh Luego saque un poco mi miembro y lo volví a meter, comenzando con una suave cadencia de mete y saca; la penetraba de esta manera, sin parar, mientras ella se estremecía debajo de mi. Ella jadeaba y me clavaba las uñas en la espalda, levantaba los pies en el aire y ponía gestos de dolor cada vez que se lo empujaba adentro; mientras que yo iba aumentando la rapidez del mete y saca, dándole más duro. Yo le mamaba las tetas y la besaba sin parar como un poseído, con rabioso frenesí, como un animal hambriento. Me excitaba mas cuando la oía quejarse y jadear de dolor y excitación; lo hacía en voz cada vez más alta. L - ¡AH!... ¡HAY!... ¡NO…! Ahora era yo que jadeaba, me sentía cansado pero al mismo tiempo impulsado por un deseo que me quemaba las entrañas y me volvía loco. Sentí que ya no podía mas, mi verga hundida en lo más hondo de su vulva estaba a punto de hacer erupción finalmente eyacule; un copioso chorro de cálida leche broto de mi verga y lleno su cavidad. J – Ahhhhhhhh L –aaahhh En silencio recuperábamos fuerza mientras suavemente yo besaba su cara y sus tetas agradeciéndole delicadamente por el regalo de su cuerpo; ella me acariciaba la espalda y el cabello, mientras me besaba también en la boca de vez en cuando. Con mis manos fui recorriendo una vez más su cuerpo, encontrándome con sus sinuosas curvas y aquellos ...
    ... lugares prohibidos que yo había profanado en mi lujuria. Pronto la excitación se fue apoderando de mí, y la fatiga dio paso a una nueva erección; quería sentir que estaba dentro de ella nuevamente, quería volverla a penetrar y fundirme con ella en una nueva danza frenética que terminara en un nuevo apogeo de placer. Pero a diferencia de la vez anterior, esta vez fue lore la que quiso llevar la iniciativa; hizo que nos diéramos la vuelta y entonces yo quede acostado boca arriba y ella encima de mí. Entonces ella se sentó a horcajadas sobre mí, y tomo con sus bellas y delicadas manos mi verga; era la primera vez que agarraba mi verga y ello me puso más acelerado. La agarro con determinación y se la introdujo en la panocha; y así comenzó a cabalgar sobre mi verga. Yo extendí mis brazos y agarre sus tetas para apretarlas y acariciarlas mientras ella "jineteaba" sobre mi miembro; ella tenía los ojos cerrados y una expresión en su rostro como si estuviera "transportada" en alguna especie de éxtasis. Así caía y subía sobre el miembro que la penetraba sin tregua; de nuevo sudábamos y ella chillaba y emitía quejidos mientras aumentaba la intensidad de nuestro coito. Fuimos ganando rapidez e intensidad, ella hacía que mi verga la embistiera más duro con cada ejercicio de cabalgata; su pequeña rajita sufría la salvaje agresión de aquel extraño. Entre salto y salto me volví a correr por tercera vez, y no fui el único, ya que mi madre, chillando como si estuviera nuevamente pariendo, también ...
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