1. Las hermanastras (Parte 3)


    Fecha: 03/04/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    Esteban se levantó de la cama, y mirando a Pedro, le preguntó: -¡¿Me acabas de decir que te follaste a mi madre?! -A la tuya y a la mía. -¡Me importa una mierda que te hayas follado a tu madre, degenerado! Lo que me da por culo es que te has follado a la mía, hijo puta. -Quien te da por culo soy yo. -¡Encima! -No, por detrás. -¡Aquí van a llover hostias! -A ver, Esteban, a ver. Hace un momento estabas dispuesto a follar a mi madre. ¿Qué diferencia hay en que yo folle a tu madre a que tú folles a la mía? -¡Tu madre es madrastra, hijo puta! -Ya somos dos. -¡Me voy para mi casa! -¿Y me vas a dejar el culo sin desvirgar? -¡Mete un palo! Esteban ya no tenía ganas de nada. Su polla estaba flácida y su cabreo era monumental. Sin decir nada más, se vistió y se fue a su casa. La amistad de los primos se había acabado, aunque frecuentaban los mismos locales de la ciudad. Al sábado siguiente, Pedro, entró en un bar de copas y vio sentadas a una mesa a Dori y a Martu. Fue junto a ellas, y de pie, les dijo: -¿Pero vosotras no estabais en el trullo? Le respondió Dori. -Dos mujeres de tu pueblo testificaron a nuestro favor. -¡¿De mi pueblo?! -Sí. -¿Cómo es posible tal cosa? -Todo empezó el día de Noche Buena. No teníamos dinero para pagar una habitación y fuimos a la dirección que nos diste. La puerta estaba cerrada. Llamamos y no había nadie. La casa de al lado tenía la puerta abierta. Entramos, y al rato llegaron estas dos mujeres que testificaron a nuestro favor. -¡¿Les disteis el palo ...
    ... y os sacaron del trullo?! La que le respondió ahora fue Martu. -Les debió gustar que las obligáramos a comerse los coños. Pedro ya tenía la mosca detrás de la oreja. La casa que estaba al lado de la suya llevaba vacía un año. -¿Y cómo son esas mujeres? -Parecían sacadas de un cuadro de Goya. Estaban enlutadas de la cabeza a los pies. -¿Cómo se llamaban? -Ni idea. Lo único que sabemos de ellas es que eran hermanas. Entró Esteban en el bar. Al ver a Pedro hablando con Martu y con Dori, fue a saludarlas. Al llegar a su lado le dijo Pedro: -Tengo que hablar contigo. Cuando sepas lo que te tengo que contar te vas a caer de culo. -¡Contigo nada tengo que hablar! Dori, les dijo: -Sentaos. ¿Qué fue lo que os pasó? Se sentaron, y le dijo Pedro: -Nada que no se pueda arreglar. Contarle a Esteban que le hicisteis a las dos mujeres de nuestro pueblo que os quitaron del trullo. Dori, le dijo: -Si pagas algo. -Eso puedes darlo por descontado. Cuenta todo desde que entrasteis en la casa. -Fue el día de Noche Buena, a la una de la mañana, más o menos. Estábamos en la cocina buscando algo de comer cuando llegaron las dos enlutadas. No creo que llegaran a los 40 años... Llegó el camarero y pidieron de beber 4 gin tonics. Dori siguió con la historia. -... Recortadas en mano les hicimos que nos dieran los 300 euros que tenían en casa. Después nos divertimos con ellas. Mientras Martu me comía el coño hicimos que se los comieran ellas. Se llegaron a calentar tanto, que de verlas, me corrí en la ...
«1234...»