La maestra cachonda
Fecha: 02/04/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Sexo con Maduras
Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos
... apretaba y separaba repetidamente, poniéndome cachondísimo. Yo estaba medio escondido en el vestuario, pensando en que si abría los ojos no me vería… y me daría tiempo a ocultarme del todo, pero afortunadamente cuando los abrió, sí que me vio; tan sólo un segundo mientras era acariciada por el champú que se derramaba desde sus cabellos (quién fuese champú en ese momento, pensé). Probablemente hacía rato que sabía que yo estaba allí… no lo sé… pero estoy seguro de que me vio… pues volvió a sonreír, igual que en la clase de gimnasia, para seguir frotándose el cuerpo… y poco a poco ir aproximándose a lo que, en ese instante, más deseaba yo en el mundo… se empezó a enjabonar bien, durante un largo rato, y a medida que el tiempo pasaba se le iba escapando algún ligero y suavísimo gemidito… claramente no estaba tan sólo enjabonándose… pero sin dejar de tocarse, y sonriendo, volvió a meterse en el agua, apartando todo el jabón y dejando brillar a su cuerpo… increíble… Entonces frenó el chorro de agua, dejó sus manos libres para coger su toalla… pero antes de empezar a secarse, susurró: ven… yo no estaba seguro de haberlo entendido, y seguía un poco atemorizado por la situación… pero lo repitió elevando el tono de voz: ven. En ese momento me miró fijamente, y yo me dejé ver, sonrió y me invitó a ir hacia ella con la mano, mientras tapaba su cuerpo con la toalla… tímido me acerqué, la sonreí, y cuando estuve en frente suyo me empujó, dejándome sentado en el banco del vestuario, ...
... entonces me tapó la cara con la toalla, dejándome un segundo descubiertos los labios, para besarlos, sólo un instante, y con muchísima suavidad, haciendo que se me estremeciese todo el cuerpo… En ese instante se sentó completamente desnuda como estaba encima de mí, me levantó los brazos y me quitó la camiseta, para seguidamente hacer chocar sus pechos con mi cuerpo, mientras empezaba a besarme, lamerme y morderme el cuello y las orejas… me estaba poniendo a 100, y empezó a restregar su coño por mi verga todavía tapada, no paraba de moverse… y le pedí, que por favor me desnudara del todo, que no quería agujerear mis boxers nuevos… increíblemente obedeció, y empezó a lamérmela como nunca me lo habían hecho en la vida… primero suavemente con la lengua, recorriendo cada rincón de mi miembro y de sus acompañantes, para continuar con una mamada de toda la vida ejecutada a la perfección, arriba y abajo, saboreándolo todo… no pude evitar correrme, pero justo antes de hacerlo la avisé y me miró, con mi polla en su boca, y volvió a sonreírme de esa manera… tan sensual… tan morbosa… tan provocativa… dándome pie a empapar su boca con mi leche cual una ametralladora que no cesaba de disparar. Ella entonces me confesó su gran calentura, que por otro lado era evidente… y con mi pene firme de nuevo, se levantó y se posó encima de mí… metiéndosela sin ningún tipo de dificultad… y cabalgando sobre mí con una fuerza increíble. No paraba de gemir, pero con cautela, pues los dos sabíamos que podría ...