Esther: despedida de soltera en familia (FINAL)
Fecha: 07/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos
... frente, un instante previo a que mi hija regresara cargando su mochila, acompañada de su tía Paola, quien también cargaba una maleta, aunque la que ella llevaba era considerablemente más grande y abultada que la de mi hija.
- ¡Por dios! ¡Pero ¿Qué llevas en esa maleta?! ¡Solo te vas a ir una noche! - le dije a mi nena mientras la cargaba y ella se abrazaba a mi cuello para darme muchos besos sin dignarse a contestarme.
- Decidió llevarse a toda la familia de peluches de su cama, dice que tendremos una pijamada en casa - contestó Paola antes de que mi hija me sonriera y me diera un último beso en la mejilla.
- Quiero que te portes bien con tus tías ¿De acuerdo?, no quiero quejas cuando regreses ¿Entendido jovencita?
- Sí, mami, yo las cuido, no te preocupes - contestó mi niña, robándome una sonrisa con su ternura, antes de que la bajara de mis brazos y corriera con su papá para abrazarlo y darle un beso de despedida, previamente a dejarnos atrás, mirando cómo se marchaba con sus tías, dejando la casa tan pacífica como pocas veces lo había estado desde que esa hermosa criatura llegó a nuestras vidas.
- Definitivamente me gustó la idea de que compartieran un departamento, les hará bien vivir juntas, al menos de esa forma se harán compañía ¿No lo crees?
- Sí, supongo que tienes razón, o tal vez un día se den cuenta de que se aman con locura y su relación de amistad se ponga más interesante - dijo Rodrigo, robándome una carcajada con su comentario mientras le ...
... daba un golpecito en el pecho - pero hablando de algo más interesante, dime algo, ¿De qué no tengo idea? - preguntó Rodrigo haciendo referencia a las palabras que dijo Rebeca cuando nos escuchó hablando, manteniendo en su rostro esa expresión de conquista que tanto me gustaba ver en él, con esa seguridad que me hacía temblar las rodillas, que me hizo entregar el cuello mientras mi hombre posaba sus manos en mi cintura y comenzaba a besar mi piel, haciendo que cerrara los ojos y me dejara llevar por sus caricias y sus besos, abrazándome de él, sintiendo su cuerpo tan fuerte y delicioso como el día en que nos reencontramos en esa cabaña.
- Si quieres saberlo, vas a tener que esforzarte, mi amor ¡Ahhh! - escapó de mi boca al sentir cómo sus manos me apretaban el trasero y luego me levantaba en sus brazos, haciendo que mis piernas rodearan su cuerpo, que nuestras miradas se encontraran en medio de gestos lascivos y atestiguáramos la forma como nuestros corazones latían como uno solo.
- Me parece un trato justo - contestó mientras avanzaba en dirección a nuestra habitación y yo caía ante la tentación que suponían sus labios, dejándome llevar por su caricia, por la humedad de su lengua en contacto con la mía, cerrando los ojos hasta llegar a la habitación y ser arrojada a la cama, con esa fuerza que me encantaba sentir en mi hombre, para luego mirarnos a los ojos, con gestos desafiantes que presagiaban la clase de sexo y pasión que tendríamos en esa noche donde podríamos dejarlo ...