Isla Suplicio (1/2) - Relatos Eróticos

Isla Suplicio (1/2)

... graduarse de la universidad... Se había mudado a San Francisco para encontrar trabajo... En su última noche como mujer libre, estaba caminando por el vecindario cuando una camioneta blanca se detuvo a su lado.

La puerta lateral de la camioneta se abrió de golpe y dos hombres saltaron, la agarraron por los brazos y la subieron a la camioneta.

Abrió la boca para gritar y una mujer de cabello rubio le metió una mordaza en la boca antes de que pudiera emitir un sonido... Los gruñidos ahogados que ahora podía hacer ya no se podían escuchar fuera de la camioneta.

Una segunda mujer presionó un botón y la puerta de la camioneta se cerró... Mientras los hombres tiraban de sus brazos para colocárselos detrás de ella, sintió que la camioneta se alejaba por la calle... Sintió metal en sus muñecas y escuchó el chasquido de las esposas que le pusieron... Lo mismo se hizo con sus tobillos un momento después.

- "Ya la tenemos... Vayamos a por la número 3", dijo la segunda mujer.

Sara comenzó a llorar... La mujer rubia le dio una bofetada en la mejilla.

- "Deja de llorar... Tenemos mucho trabajo por hacer y tú tienes mucho que aprender y el llanto sólo estorba."

La furgoneta no tenía ventanas, pero la iluminación interior era muy buena... Había una plancha en el frente para que no pudiera ver al conductor ni hacia dónde se dirigían... Había armarios pegados a las paredes y uno estaba abierto.

Por un lado había más mordazas de pene como la que invadía su boca colgando ...

... de clavijas y por el otro lado había más esposas... A lo largo del costado había 6 gabinetes más... Cuatro de estos estaban etiquetados con números grandes 1, 2, 3 y 4, los otros 2 estaban en blanco.

Sus captores iban todos vestidos igual, pantalones cortos de cuero y chalecos de cuero abiertos. Los chalecos de las mujeres apenas cubrían los pezones de sus pechos.

Cada uno de ellos tenía un collar de color dorado con bandas a juego en sus muñecas y tobillos... En la parte trasera de la furgoneta había 4 sillas... Estaban tapizados en cuero con reposabrazos también tapizados en cuero.

Una de las sillas estaba ocupada por una chica... ¡Una chica desnuda!... Estaba atada a la silla... No estaba amordazada, pero tenía un collar de acero alrededor del cuello y no hacía ningún ruido.

Emma temblaba de miedo y maullaba con la mordaza... Ella estaba amordazada, esposada de manos y tobillos, arrodillada en la parte trasera de una camioneta con una chica desnuda atada y cuatro extraños captores medio desnudos... Sabía que nunca más volvería a su apartamento, que los hombres iban a violarla y matarla.

- "Veamos si tenemos el paquete correcto antes de abrirlo."

El rubio habló en el silencio... Abrió el gabinete marcado con el número 2 y sacó una carpeta, que abrió.

- "¿Eres Emma Scott?... Quiero que asientas con la cabeza para decir sí o sacudas la cabeza para decir que no."

Pasaron los segundos y Emma no se movió... La mano del rubio salió disparada y abofeteó a ...