Isla Suplicio (1/2) - Relatos Eróticos

Isla Suplicio (1/2)

... cogía sus bolas con la otra.

"No quiero correrme hasta que el ganador cruce la línea de meta... Si llegas tarde, tendrás que pasar por las pruebas de los perdedores con ellos, y si llegas temprano, obtendrás lo mismo... Y, además, haré que te asen vivo en uno de nuestros picnics", le gruño.

Dirigiendo su atención a las temerosas corredoras, dijo:

- "Cuando diga: ¡Adelante!... Os inclinaréis para presentar la boquilla de llenado en tu tapón a tu entrenador... Los dedos de vuestros pies estarán detrás de la línea y las piernas se abrirán más que vuestros hombros... Cuando tu entrenador esté satisfecho de que está en posición, conectará la jeringa a su tapón y bombeará el líquido dentro de vuestro culo... Si rompes la posición, tu entrenador se detendrá hasta que estés nuevamente en posición.

Cuando la jeringa esté vacía, se separará y te dará una palmada en el culo... Luego correrás hacia el otro extremo de la pista a 100 m de distancia... Después de cruzar la línea, girarás y asumirás tu posición de llenado y esperarás a que la palmada comience de nuevo... Cada entrenador de la pista tiene 4 jeringas, así que os dejaré hacer los cálculos."

Los cuatro entrenadores se acercaron y cada uno sacó una jeringa de 1 litro cada una... Sofía dejó de lamer la polla de Jeff y comenzó a tragarla lentamente... El de ella iba a ser un trabajo duro porque la carrera excitaría a su Amo y no podía verlo progresar de espaldas a las corredoras.

- "¡En posición!... ¡Listas!... ...

... ¡Ya!"

Cuatro esclavas se inclinaron y abrieron las piernas como una sola... Los entrenadores conectaron sus jeringas a los tapones anales ofrecidos y empujaron los émbolos.

Sonaron cuatro palmadas y las cuatro esclavas desesperadas salieron corriendo o tal vez un trote rápido ya que una chica realmente no puede correr con los tacones altos de 10 cm y se quedo atrasada... El paso ligeramente arqueado que se vieron obligadas a usar debido a los tapones anales tampoco ayudó a su velocidad.

- "Serán capaces de mantener un ritmo bastante normal durante las primeras 2 o 3 vueltas, pero después de que tengan un litro y medio a 2 litros, comenzarán a disminuir la velocidad... Pueden que no respiren bien por los calambres que tendrán, pero tampoco dejaremos que se detengan para aliviarlos", informó el Maestro Jeff a la multitud.

Emma, el zorrón del equipo rojo avanzaba lentamente por delante de los otras esclavas, pero incluso tan temprano en la carrera se podía ver que se estremecía cada vez que su peso de castigo rebotaba.

‘No le va a ir bien en esta carrera... Entre el peso y la tensión adicional que estaba ejerciendo sobre sus músculos abdominales, muy pronto comenzará a sentir los calambres... Y pensará que no le va bien’, pensó Jeff.

‘Sofía está haciendo un gran trabajo con mi polla... Me imagino que me correré alrededor de la vuelta 5 a este ritmo’, pensó Jeff también

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Retrocediendo unos meses antes...

Emma Scott tenía 22 años y acababa de ...