Isla Suplicio (1/2) - Relatos Eróticos

Isla Suplicio (1/2)

... extraños... Quería gritar y rogar para irse a casa, pero el recuerdo del dolor que le causó el collar lo redujo a un pequeño gemido... Las lágrimas comenzaron a fluir de nuevo de sus ojos.

- "Oh, mira... Es una pelirroja natural... Lástima que una vez la depilemos totalmente nadie lo sabrá", dijo la mujer.

- "Sí... Pero empecemos, que ya ha sido un día largo de mucho trabajo.", respondió el hombre.

Con esto el hombre sacó una jeringa, se acercó a la chica y procedió a tomar una muestra de sangre de su brazo... La mujer se paró entre sus piernas anchas y estiradas y tomó una muestra de su flujo vaginal... Le entregó el hisopo al hombre y él se fue con ambas muestras.

- "Mi nombre es Lady Ann... Vamos a prepararte para tu viaje a tu nueva vida... Él volverá pronto con los resultados de tus pruebas, así que mientras esperamos voy a ocuparme de quitarte todo el vello púbico... Las esclavas no tienen pelo por debajo del cuello."

Emma trató de apartar su entrepierna de los dedos que jugaban, pero estaba demasiado atada... Lady Ann metió la mano debajo de la mesa y empezó a ponerse un par de guantes de goma... A continuación, cogió un frasco de boca ancha lleno de una espesa pasta azul.

Tarareando desafinadamente, sacó un poco y comenzó a esparcirlo por todo su cuerpo... Cubrió los brazos y las piernas de Emma con esta sustancia pegajosa.

- "Puede picar un poco a medida que actúa y disuelve las raíces... Recuerda que tu collar todavía está activo y te dará ...

... descargas si hablas."

Lady Ann hizo una pausa y le guiñó un ojo a Emma... Sacó otro puñado de gelatina azul y empezó con los hombros.

- "Estrictamente hablando, en realidad no hay pelo en tus tetas, pero me gusta frotártelas."

Lady Ann pasó varios minutos frotando y apretando los pechos y los pezones de Emma antes de bajar por su estómago... Mientras untaba la sustancia pegajosa en el coño y el culo de Emma, el hombre volvió.

- "Bien... Termina con su coño y luego podemos comenzar con sus joyas... Por cierto, pequeña zorra, tengo buenas y malas noticias", le dijo Lady Ann con una gran sonrisa en su rostro.

"Son buenas noticias para nosotros y malas noticias para ti... Los resultados de las pruebas salieron limpias, así que te quedas con nosotros."

El hombre, llamado Frank miró el rostro de Emma y vio la desesperanza en sus ojos y dijo:

- "Zorra, si hubieras tenido cualquier ETS, SIDA o cualquier enfermedad grave, te habrían puesto una etiqueta roja y Lady Ann te habría enviado a lo que llamamos ‘Sala de juegos’."

"Ningún esclavo sale vivo de la sala de juegos... Ahí es donde no hay límites en lo que una Ama o un Amo pueden hacer con un esclavo... Juegan contigo hasta que te mueres!.. Haz lo que tengas que hacer para que no te pongan uno de estos en el cuello", le dijo Lady Ann.

Sir Frank le mostró un pequeño medallón rojo con una letra ‘P’ dorada impresa en él.

- "Es una sentencia de muerte, por lo general una muerte larga y dolorosa... Una vez que se ...