Trío con mi esposo y el caleño - Relatos Eróticos

Trío con mi esposo y el caleño

... caleño, mi esposo me agarraba de mis nalgas, las sobaba y apretaba con algo de fuerza o rabia, en ese momento sentí que el caleño quien estaba sentado aún, metía su mano por entre mis piernas para palpar mi raja, solo atiné a sacar un poco mi cola hacia atrás y levantar un poco una de mis piernas, para facilitar esa exploración, ahora tenía algo de nervios, ante mi aprobación siguió su recorrido hundiendo sus dedos por entre mi ropa interior y palpando de adelante hacia atrás, pronto fueron arrancadas para evitar ese estorbo en ese momento.

Mi esposo me desabrochó los botones de mi blusa y me la sacó por la espalda, la arrojó en un sillón y desabrochó mi brasier, soltó el broche de la mini que seguía en mi cintura y esta cayó al piso, con un pie la hice a un lado, quedé totalmente desnuda de frente ante mi esposo y de espaldas ante el caleño que aún parecía incrédulo de que mi esposo estuviera a punto de permitir sexo entre los dos, yo estaba más emocionada que la primera vez, a pesar de que llevábamos un par de meses viéndonos esporádicamente con el caleño a escondidas de todos.

Me arrodillé y desabroché el pantalón jean de mi esposo, lo bajé un poco junto con sus calzoncillos, tomé su verga que estaba fuerte y templada por el viagra, comencé a entregarle una mamada profunda como es mi especialidad, él apenas se retorcía, yo levantaba la mirada hacia arriba para ver su cara, pude observar que estiró su mano para invitar al caleño al festín, el caleño se incorporó de ...

... su silla, se paró junto a mi esposo, mi esposo le echó un brazo por encima del hombro, le desabroché su pantalón al caleño, se los bajé junto con sus calzoncillos, su verga estaba súper templada tanto por el viagra como por el espectáculo de ver a su hembra mamárselo a su mejor amigo y compañero; aquí quiero confesar, que la verga del caleño superaba a la de mi esposo por más o menos ocho centímetros.

Me la llevé a mi boca y la tragué entera, con mis manos metí sus bolas en mi boca, sentí que esa serpiente seguía creciendo, estirándose como si estuviera inflándose con aire en un compresor, una de mis manos apretaba la verga de mi esposo, el caleño se agarraba de mi nuca para que mi boca llegara más profundo, mientras unos quejidos suaves se escapaban de su garganta.

Me incorporé y besé al caleño en la boca mientras mi mano sostenía su verga y la otra mano la verga de mi esposo, el caleño me agarró de la cabeza para prolongar ese beso, ninguno de ellos pronunciaba una sola palabra.

Me zafé de ese beso y me besé con mi esposo en la boca, él me dio una palmadita en la espalda, entendí que ya tenía su total aprobación, eso me tranquilizó aún más.

Me volví a arrodillar y me traté de meter esas dos vergas en mi boca al mismo tiempo, por momentos una parecía llevar la delantera y llegar más al fondo, el caleño superaba a mi esposo ampliamente, pero los dos recibían igual atención de mi parte.

Estando con la verga del caleño en mi boca, me incorporé para ofrecer mis ...