Trío con mi esposo y el caleño - Relatos Eróticos

Trío con mi esposo y el caleño

... se fuera para que lo dejara conmigo y mi esposo para enfrentarlo y aclarar ese tema sin otros testigos.

Mentira mía aceptada por Alberto quien me ayudó a planear detalles mínimos y aportó dinero para los gastos de licor y para que yo tuviera a mano para cualquier necesidad.

El día de la cita, llegaron ese día a eso de las 4 pm, fecha en que yo quería disfrutar ese trío bajo mis propios caprichos y condiciones, Alberto muy diligente y cooperativo llevó al caleño a mi casa, llevaban una botella de whisky como presente, talvez para disimular su llegada ya que mi esposo no sabía nada de eso.

El caleño muy elegante y especial como siempre, recordemos que el caleño era un tipo de unos 30 años, trigueño, atlético, 180 estatura, su pelo rizado bien cuidado lo hacía ver más elegante.

Desde su llegada a mi casa se le notaba que estaba un poco preocupado por la supuesta confrontación, el supuesto reclamo de mi esposo, se le notaba que hacía un esfuerzo de estar sereno, me miraba y miraba a mi esposo, por momentos se le notaba tranquilo, parecía tener su coartada lista, iba vestido de jean, zapatillas deportivas y una camiseta de algodón con un dibujo, se notaba muy llamativo, Alberto recibió una llamada y aprovechó para despedirse, nos dejó a los tres solos, tal como lo presupuesté.

El caleño mi miraba y miraba a mi esposo sin parar, como esperando el primer golpe, a cambio recibía la amistad y camaradería de mi esposo, ninguno de ellos se imaginaba que esos eran mis ...

... galanes para el trío que me correspondía como desquite y digo desquite porque noté cierta preferencia de mi esposo por Sara, es decir que ese día sentí que ella recibió más atención esa noche, así que ahora me tocaba mi turno.

Ese día me vestí con una falda de cuero negra, blusa transparente, ropa interior blanca y zapatillas, muy bien perfumada y adornada con mis joyas favoritas; mi esposo vestía una pantaloneta y camisilla, chanclas, ropa de casa pues no teníamos plan de salir ese día, yo muy elegante, mi esposo nunca notó que yo estaba bien arreglada.

Cuando Alberto salió de mi casa, me hice un retoque de mi maquillaje, abajo estaba totalmente depilada y preparada para mi disfrute, mi esposo hasta ese momento no sospechaba nada, el caleño tampoco se imaginaba que íbamos a tener sexo esa noche.

Nos estábamos bebiendo el licor que habían llevado Alberto y el caleño, cuando se terminó la jarra con agua que estaba dispuesta para pasar el whisky, fui a la cocina por más agua, mi esposo se quedó en la sala y hablaban de su trabajo con el caleño.

En la nueva jarra con agua le agregué una pastilla azul para potenciar el miembro viril, ya se imaginarán cual pastilla es, la llevé para que ellos tomaran, me senté a seguir escuchando su conversación, por momentos el caleño me miraba como preguntando a qué horas es el reclamo, yo no le paraba bolas, solo le guiñaba el ojo en señal de cariño disimulado, además los acompañaba a beber un trago pequeño, esa agua era reservada para ...