1. El cuarto prohibido de mamá - 04


    Fecha: 21/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Barbara Lopez Rucci, Fuente: TodoRelatos

    ... muchacho… deberías buscar alguna muchacha de tu edad. Natalia, la hermana de… ¿Tobías o de Nahuel?… por ejemplo.
    
    Resultaba gracioso que la nombrara posible pareja, cuando tantas veces había hablado de ella utilizando el término “prostituta de las redes sociales”. Esa muchacha sin duda era bella. Jamás se fijaría en él y, en ese momento, tenía otros intereses.
    
    —Podría ser… —dijo Julián.
    
    Beatriz apartó la espalda de la reposera, como Julián elevó la mirada para ver a los alrededores, y se dio vuelta para que el sol la golpeara desde atrás.
    
    —¿Ya has estado con una chica?
    
    Hacía unas semanas, una pregunta así hubiese sido imposible de imaginar. Beatriz era la clase de mujer que esperaba que se mantuviera casto hasta haberse casado. La clase de mujer que esperaría que solo tuviera sexo con fines reproductivos. Por algo solía llamarlala monja, pero ese apodo parecía quedar tan lejano que empezaba a perderse en el olvido.
    
    Dudaba que responder, así que eligió solo decir la verdad.
    
    —Si… con una sola y no fueron muchas veces.
    
    Solía evitar hablar de esa muchacha de la secundaria, porque con ella había cometido muchos errores de los que se arrepentía bastante. Jamás habían sido novios ni se habían podido reconciliar, y todo era a causa de su propia estupidez.
    
    —¿Y tu? Supongo que no has estado con nadie desde lo de papá, ¿pero has deseado a tener sexo con alguien? Además del juguete…
    
    —¡Julián! —volvió a exclamar ella, más fuerte que antes, pero pareció una ...
    ... risotada— no olvides que soy tu madre. Nunca te diré algo como eso.
    
    —No es justo… yo te lo dije cuando me preguntaste.
    
    —Confórmate con no ser echado de tu casa —dijo ella, de nuevo, entre risas.
    
    En ese momento, como había pasado en cada sombrilla y carpa cercana, el moreno mozo del puesto de jugos y licuados del balneario se aproximó. Entregó la carta plastificada, con precios remarcados ese mismo día a Julián y Beatriz, y sonrió con sus grandes dientes antes de saludar.
    
    —Buenas tardes, soy Marcos, ¿están interesados en algún licuado, jugo o alguna bebida?
    
    Beatriz repasó la carta detenidamente y esperó a que Julián eligiera para decir cual sería su pedido.
    
    —Licuado de durazno, banana y frutilla —dijo Julián.
    
    —Yo de limon, menta y jengibre —dijo Beatriz, y pagó con seis billetes de mil pesos.
    
    Ambas cartas fueron devueltas y, tras alejarse unos pasos, Marcos regresó.
    
    —¿Dijeron un licuado de naranja, durazno y sandía, y otro de lima, menta y jengibre?
    
    —No, no. Uno de durazno, banana y frutilla, y otro de limon, menta y jengibre —corrigió Beatriz.
    
    El mozo asintió y repitió en voz baja, ayudando a su memoria.
    
    —Naranja, durazno y sandía; naranja, durazno y sandía; naranja, durazno y sandía.
    
    —Durazno, banana y frutilla —volvió a corregir Beatriz.
    
    —Si, si, claro —dijo el mozo y por fin se alejó.
    
    Beatriz suspiró y volvió a darse vuelta, para recibir el sol una vez más sobre su vientre, pecho y rostro. Negó varias veces con la cabeza y se rio ...
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