Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: el Bardo, Fuente: TodoRelatos
... reportaba a él.
Alonso:Quizás buscaba aumentar su propio material, su propio poder... no me cabe duda de que el protegido de María, la madre del director Rommel, es el profesor Luis.
Giselle:¿Qué propones? ¿asaltar su oficina en el colegio?-El muchacho se encogió de brazos.
Alonso:Ahí debe estar su computador, su material-La profesora de enormes tetas masajeaba sus sienes, intentando tomar la mejor próxima decisión.
Giselle:Dos grupos, uno irá al neue Horizonte, buscarán el computador de Luis. El otro irá a la casa de Luis.
Facundo:Yo iré al colegio.
Giselle:Perfecto, yo iré a la casa de Luis.
Alonso:Y yo la acompaño-La profesora le asintió.
Giselle: Necesito que me dejen en mi departamento, necesito mi camioneta.
Daniela: Yo puedo ir contigo.
Giselle: No, tú te quedas en el departamento. Ni al colegio, ni a la casa de Luis.
Daniela se sintió dolida de que su hermana la dejara de lado, pero en vista y considerando todo lo que la había hecho pasar durante el año, no pretendía llevarle la contraria. Todos se fueron raudos hacia la Sprinter, donde los que se habían quedado miraban expectantes lo que había acontecido. Una vez que le dieron las indicaciones al joven chofer, este aceleró el vehículo.
***
MATEO estaba agitado, había corrido por las escaleras y a pesar de ser un muchacho delgaducho, su estado físico era deplorable gracias a sus horas diarias frente a las pantallas. La sala de profesores estaba a oscuras y nada se veía sobre la ...
... gran mesa donde los maestros solían trabajar durante el día. Las oficinas tenían sus puertas cerradas y agradeció que la luz de la luna ahora comenzara a iluminar ese lugar porque la oscuridad no era demasiado agradable para el enclenque muchacho. Soltó un bufido y comenzó a recorrer el lugar buscando la oficina que necesitaba abrir... hasta que la encontró.
“Profesor Luis Pérez, jefe del departamento de Lenguaje y Literatura” leyó Mateo.
Con su cuerpo empujó la puerta, pero esta no se abrió. Volvió a empujar una... y otra... y otra vez, hasta que debió sobarse el brazo por el golpe del último intento. Chistó con algo de dolor, se sobó y volvió a empujar la puerta, pero esta seguía sin abrirse. Observó la manilla y la giró, haciendo que la puerta se abriera inmediatamente.
“Qué vergüenza” se dijo Mateo, y sabiéndose solo en el lugar aun así miró a los alrededores para cerciorarse de que nadie había sido testigo de ese bochorno.
Primera mala noticia, no había computadora instalada en el escritorio de la oficina del profesor Luis... de hecho, no había nada. Ni carpetas, ni hojas, ni cuadernos. Era un escritorio bastante ordenado y las repisas instaladas en las paredes solo contenían muchos libros, algunos clásicos de la literatura. El escritorio ni siquiera tenía cajones. Era imposible que hubiese algo en ese lugar. Entendiendo su derrota, el enclenque muchacho decidió salir de la oficina y correr hacia el pasillo del oscuro colegio.
La única luz que se veía en ...