Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... ¡OOHH!

“¿Se corrió? ¿este asqueroso se acaba de correr?” se preguntaba Karla, impactada. A pesar de la oscuridad logró ver como el enorme culo de su mejor amiga chorreaba semen y esta, lo más impactante era verla, ver esos ojos blancos de placer, como agradecida de poder sentir eso en su interior. Su amiga parecía sentirse bendecida y Karla necesitaría que alguien, luego, le explicara como es que Facundo, un muchacho con una estructura física muy diferente a los cánones de belleza que pretendía Fernanda, lograba ese nivel de satisfacción en su amiga. Es que lo que veían sus ojos era imposible, debía ser una ilusión.

Fernanda:¡Hola, Karla!-La muchacha de enormes tetas notó como su amiga se reía, ida de placer y con sus piernas temblando, pero su corazón latió con fuerza al obtener el primer gesto cariñoso por parte de ella en muchos meses.

Facundo: K-Karla... y-yo-La muchacha de enormes tetas quería explicaciones, pero realmente debió sacudir los pensamientos que lo demandaban al tener cosas mucho más importantes que tratar.

Karla: ¡Me van a dar las explicaciones! ¡pero ahora nos tenemos que ir! ¡rápido!

Mujer: ¡FUEGO!

Una de las mujeres amarradas a esa enorme X comenzó a sacudirse para salirse de ahí, sin ningún éxito. Karla se volteó y sus ojos se iluminaron con la enorme llamarada que ahora parecía llenar casi por completo esa habitación donde se almacenaban los datos.

“Oh... eso fue rápido” se dijo Karla, horrorizada.

Karla:O-Ok... ahora si ¡hay ...

... que irse!-La muchacha de enormes tetas fue directo hacia su amiga para desatarla- ¡Aayy!

Facundo: Perdón-El obeso muchacho, con enorme vergüenza, se guardó su gordo pene en el pantalón y Karla, que había dado unos saltitos atrás por culpa de la enorme cantidad de semen que chorreó del culo de amiga, pero luego volvió con su propósito de ayudarla.

Karla: Ayuda a las otras ¡rápido!

Mujer:Hay un botón-La misma mujer, de pasados cincuenta años, que advirtió del fuego miraba al gordo muchacho- En la entrada, donde se enciende la luz... apriétalo.

El gordo, a saltitos mientras se subía su pantalón, llegó hasta el principio de la sala y apretó el pequeño botón rojo. Un sonido escuchó y las mujeres cayeron de rodillas al verse liberadas de sus cadenas. Karla tomó, delicadamente, a su amiga Fernanda y se miraron a los ojos mientras se sonreían. La muchacha de enormes tetas notó que su culona amiga sudaba y entendió que era por la tremenda culeada que le había dado el gordo. Sentía una especie de resentimiento por ese gordo, pero, cuando caminaban hacia el pasillo, entendió que quizás era la medicina que su amiga necesitaba.

Karla:¿Estás bien?

Fernanda:Te eché de menos... no tienes idea lo mucho que te eché de menos-Parecía seguir en un letargo de placer, pero posó su cabeza en el pecho de su amiga- A ellas también las eché de menos.

Karla:Tonta-La muchacha de enormes tetas agradeció las palabras de su amiga y no sabía cuánto extrañaba los comentarios que esta solía ...