Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... obeso que era, la muchacha lo sentía en plena en forma y sin ánimo de aminorar la taladrada de culo que le estaba dando, cosa que agradeció infinitamente. Ojala esa culeada fuera eterna se decía una y otra vez. Fernanda había pasado por mucho desde que decidió vengarse de su amiga Karla follándose a su interés amoroso, desde ahí que estaba siendo la puta de esa Hacienda y ella lo disfrutaba de sobremanera e incluso sintió como un triunfo el poder abrir una cuenta de OnlyFans... se esmeraba en ser la puta que ellos querían, pero de un momento a otro la desecharon y jamás lo entendió. Desde ahí que las dosis de sexo habían disminuido de manera drástica y, además, cada vez que la enviaban a la Hacienda quedaba confinada ahí, a ese sótano.

Fernanda:¡AAAHHH!-Sus ojos se pusieron todavía más bizcos cuando el gordo aumento la potencia de la penetración anal.

Facundo:¿Paro?

Fernanda:¡Ni se te ocurra! ¡sigue así! ¡sigue culeándome!-Ahora no solo volvió a meterse el dedo índice y corazón, también agregó a esa boca el anular, los recorrió con su lengua y los llenó de baba- ¡AH! ¡AAHH! ¡AAAHHH! ¡AAAAHHHH! ¡AAAAAHHHHH!

“Tanto estúpido que tuvo la fortuna de metérmela... tanto inútil inservible... y todo lo que necesitaba lo he tenido a un par de asientos en mi sala de clases durante cuatro años” se dijo Fernanda.

¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! Mientras el gordo le seguía abriendo el culo a punta de taladradas, ella ya imaginaba un futuro a su lado. Se la ...

... chuparía todas las mañanas antes de que se fuera a la universidad, lo recibiría con otra mamada todas las tardes, luego se lo follaría y luego le pediría todas las noches, antes de dormir, que le partiera el culo... todo se veía maravilloso en su mente, porque claro, él no podría rechazarla ¿o sí?

Fernanda: ¡Ah! ¡aahh! ¡aaahhh! ¿quieres ser mi novio, Facu? ¡ah! ¡aahh! ¡aaahhh!

Facundo: ¿¡Qué!?

“Ya se chifló” se dijo el gordo, dando por hecho que no había escuchado bien.

Fernanda: ¡Ah! ¡aahh! ¡aaahhh! Eso... si quieres ser mi novio... ¡ah! ¡aahh! ¡aaahhh! ¡mmmm!

¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! ¡CHOP! El gordo no quiso seguir perdiendo el tiempo, por lo que decidió ahora sí taparle toda la boca y así evitar que su compañera siguiera exclamando estupideces. Mientras tenía la mano en su boca, puso la otra en su vientre porque su idea era aumentar todavía más el ritmo de la culeada... es que era un culo demasiado rico, no podía dejar pasar esa oportunidad. Sería la primera y única vez que se la metería, pero debía hacer que ese recuerdo perdurara en el tiempo.

Facundo: ¡OOOHHH!

Fernanda: ¡MMMMMM!-La culona muchacha abrió los ojos en par al sentir, por increíble que pareciera, que ese gordo pene ingresaba todavía más en culo. Al mirar a su derecha, con su boca tapada por esa obesa mano, se encontró con la mirada de una mujer cuarentona en su misma posición, que tenía la boca abierta de solo mirarlos. Fernanda solo atinó a guiñarle el ojo.

“Este pene es mío, ...