Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... espacio?-El hombre miraba hacia el salón que estaba justo al frente.

Camionero 1: No, está lleno de senadores y diputados. Están hablando con empresarios.

Ambas mujeres ni siquiera pidieron permiso para alejarse un poco, porque rápidamente se acercaron a ese salón y se preocuparon de tener buena vista. Con la esperanza de que Mateo estuviera aprovechando esa información, las mujeres se quedaron ahí observando unos instantes... eso hasta que los camioneros se acercaron para tomarlas de la cintura.

Senador: ¡Oigan! ¡ustedes! No... ustedes no, ellas, vengan-El hombre era alto y delgado, muy bien vestido y les hacía un gesto a ambas mujeres para que se acercaran.

Camionero:Están con nosotros...

Senador:¿A ti se te olvida la pulsera que tienes?-El hombre estiró su brazo y le enseñó la pulsera a dorada al camionero con pulsera plateada-Vamos, señoritas, vengan.

El camionero se puso rojo de ira al ver como esas tremendas mujeres contoneaban sus cuerpo al salón de la República, como se hacía llamar ese salón. El salón República era el salón más elegante de esa casona y era un punto de reunión entre políticos y empresarios donde afinaban las leyes que luego serían discutidas en el Congreso. Todos los meses había una fiesta en la Hacienda y todos los meses el salón República rebosaba de gente, si parecía un mundo aparte a todo lo que se veía en ese lugar. Cristina parecía aliviada de alejarse del gremio de camioneros, pero no se sentía precisamente más cómoda en ese ...

... lugar, aunque alzó la ceja al ver la enorme cantidad de pulseras doradas que ahí había, muchas plateadas, sí, pero en su mayoría eran doradas.

Eva:Prefiero a los camioneros, aquí parecen todavía más viejos.

Cristina:Aquí podremos ver más.

Diputado:¡Oye!-Ambas mujeres se giraron y Cristina pudo notar como a Eva le brillaron los ojos. Ese Diputado era joven, quizás de los más jóvenes que debía tener el Congreso nacional, quien pareciera que hace muy poco había pasado los treinta años.

Cristina:¿Y-Yo?

Diputado:No, la otra-Eva se apuntó-Sí, ven conmigo.

Eva avanzó hacia uno de los rincones del salón en donde varios senadores y diputados estaban reunidos entre ellos discutiendo asuntos que parecían importantes. Muchos de ellos se molestaron al ver como esa mujer se acercaba, porque hasta ese momento solo había dos chiquillas de apenas veinte años bailando, besándose entre ellas y contoneándose al ritmo de la música frente a ellos.

Eva:¿Qué necesita?

Diputado:Te necesito encima mío-El joven diputado se abrió el pantalón sin dejar de ver esa maravilla contundencia de mujer, que mientras le esbozaba una sonrisa se abría de piernas al subirse encima de él y enterrarse ese bonito pene en su interior- ¡Oh!

Eva se quedó inmóvil unos instantes, saboreando esa pequeña victoria de obtener a alguien de su gusto. Pero rápidamente se acomodó la correa que llevaba en su cuello para que observara hacia atrás, porque ella acaba de darle la espalda a todo el gran salón, ...