Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... Alonso mientras les enseñaba el plan a los presentes en su habitación.

Cristina y Eva estaban bien cerca de la primera fila, de ahí podían ver bastante bien lo que estaba aconteciendo sobre esa especie de escenario. La curvilínea profesora de matemáticas quería ver bien, porque se le hacían bastante familiar esos cuerpos, pero un viejo con manos sudorosas no paraba de manosearle el cuerpo completo. Primero fueron sus grandes tetas, luego su culo e incluso manoseó sus piernas... el viejo incluso intentó agacharse para comerle la vagina, pero el grupete de muchachos jóvenes que estaban en primera fila, al moverse demasiado, lo pasaron a golpear y el viejo entendió que ahí no chuparía nada. Además bastante claro le quedó que no quería sacarse el pene en frente de muchachos jóvenes y desconocidos, por lo que decidió acercarse a su grupete de amigos.

Todos: ¡ASS TO ASS! ¡ASS TO ASS! ¡ASS TO ASS! ¡ASS TO ASS! ¡ASS TO ASS!

A poca distancia de la curvilínea profesora de matemáticas se encontraba Eva, quien estaba siendo abrazada por detrás mientras el viejo barrigón no paraba de punteársela en todo momento, sobando todo su paquete en el generoso y contundente culo de esa mujer alta que, con esos tacones, se veía todavía más alta. Sinceramente ella no se la estaba pasando mal; hace bastante rato que no se tomaba una champagne decente, todos ahí parecían pertenecer a un estatus social bastante alto, no había malos olores y agradecía no tener los penes de esos viejos en su ...

... boca, en su culo o en su vagina... aún. Pero lo que la estaba ayudando a sobrevivir bastante bien a esa experiencia era la cantidad de muchachitos que se encontraban en primera fila, observando el espectáculo que comenzaba. A Eva le brillaban los ojos y agua la boca se le hacía al mirarlos. Debían rondar los veinticinco o veintiocho años, la mayoría con cuerpos trabajos, con pieles que demostraban que nunca habían trabajado al sol en sus vidas, con cabellos cuidados y sedosos, muchos de ojos claros... pero había un inconveniente, todos lucían pulseras de bronce. Por eso se contentaban con mirar de cerca el espectáculo de esas dos mujeres y de hacer contactos, claro.

Muchacho 1: No pensé que usarían a dos viejas para esto... es mejor cuando son culos casi vírgenes.

Muchacho 2: Mi viejo me decía que siempre es una y una, pero hace una o dos semanas bajaron a la joven.

Muchacho 3: ¿En serio?

Muchacho 2: Según escuche era demasiado puta... muy calentona, entonces se pierde el morbo.

Muchacho 1: Iban a ser dos enormes culos, como el de la rubia, pero dos-El segundo muchacho asintió.

Muchacho 2: Pero resultó demasiado puta... una pena.

Muchacho 3: ¿Estará por ahí?

Muchacho 2: No lo sé, no creo... a las muy perras las mandan al calabozo-Los amigos silbaron, algo sorprendidos y lamentaron el destino de esa muchacha, según pudo notar por sus rostros la profesora Cristina.

Muchacho 1: ¿Vendrá Thor?-El segundo muchacho lo miró, extrañado.

Muchacho 2: No sabía ...