Cap3 Mi madre mi muñeca - Relatos Eróticos

Cap3 Mi madre mi muñeca

... agarra cuerpo y sabor.

- Vieras lo que es tenerla desnuda y meterte en medio, ni te cuento.

- Joder, pero puedo imaginarlo. Dijo mordiéndose los labios de forma asquerosa, si, como si deseara hacerle eso en su cama matrimonial, abriendo sus hermosas piernas, estrujando sus enormes muslos, y penetrando su peluda concha con su gorda verga, zumbándole todo el vello púbico, al mismo tiempo que se deleita con sus melones rebotando

- Ya no imagines mucho, es mi señora, jajaja.

- Como evitarlo, y dime ¿no piensas tener otro hijo?

- Tengo ganas, pero ya no me vengo como antes, he perdido energía y el doctor me ha recomendado tratamiento.

“el culeador”

No creyendo lo que escuchaba, si el misma tenía ese rechoncho culazo entre sus manos, capaz de curar cualquiera impotencia sobre la faz de la tierra.

- ¿Acaso eres macho o no? Ta madre, como no vas a preñar esta panza de forma natural (plantándole la mano en el abdomen) si uno es muy poco para este cuerpo tan guarro, y mira nada más, que falta de respeto a tus huevos, su abdomen esta fuerte y musculoso, ni cosquillas le has hecho con tus hijos.

- No creas que es fácil, ya estoy un poco mayor y soñar a estas alturas con arruinar a mi mujer es para que ella se ría, no lo hice de joven menos podre ahora. Dijo sonriendo resignado

- Mira, el truco es meterle un dedo en el ano, con eso ovulan mejor, así tuve mis cachorros.

- ¿En dónde?

De pronto se lo inserto y mamá agarrándole el brazo no pudo frenarlo, ...

... ahora estaba llena por dos lados y para colmo la muy cachonda se puso rabiosa, caray, si hasta el culo le picaba y bien que se hacía.

- Jajaja, sí que eres un guarro, como le voy hacer eso a mi mujer, será para que me bote de la cama y duerma en el sillón.

- ¿Estás seguro? Yo creo que le gusta. Dijo sacudiendo la lengua y mamá no quedándose atrás también lo hizo, par de puercos, las ganas que se tenían para intercambiar fluidos

- Mi esposa es una señora, no la veo pidiéndome eso, ni dejándose.

- ¿Y porque no le preguntas? Capaz ni lo sabes. Dijo zumbándole el ano con su dedo

A lo que mamá pelo los ojos y con los puños resistió el grito.

- ¿Verdad que no amor?

- ………………….

- ¿Sara?

- Ca-claro que no.

- Ves.

- Una lástima, porque es toda una delicia hacerlo, mas con un culazo de los gordos, joder, que rico que aprieta.

- ¿Seguro lo haces con mujerzuelas no?

- Oh sí, solo con las cochinas que se dejan, jajaja.

En eso subió la mano, de su abdomen a sus pechos, metiéndolos por dentro y jugueteando con sus pezones.

- ¿Ya vamos a llegar?

- Sí, falta poco.

- De tiempo que voy a tomar unas cervezas en compañía de mi mujer.

- ¿Porque?

- Pues en el barrio nos conocen desde jóvenes y es difícil ir con mi esposa, no confió.

- Después de lo que me contaste, quien no, jajaja.

………………………

En eso parecimos llegar y el culeador empezó a bufar, señal de que no iba a contenerse más, por lo que mamá se asustó y moviéndole la cabeza le ...