1. Miranda (Parte 1)


    Fecha: 19/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Hetero Autor: Sin nombre ni apellidos, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que Doña Rita no podía ir a la ciudad ese día. Ella había olvidado que ese día sería la entrega bimestral de su apoyo del gobierno. La segunda sorpresa fue Miranda que hasta esos días me había pasado desapercibida.
    
    Miranda se había puesto algo que acentuaba lo negro y ondulado de su cabello. Se puso labial rosa. Y traía encima un vestidito claro muy fresco, que dejaba sus brazos delgados totalmente libres, y sus piernas gruesas desnudas de medio muslo para abajo. Del vestido sobresalían unos minúsculos senos y una colita paradita.Su piel de un tono como la miel, se antoja tersa. Por primera vez estaba viendo a Miranda con la atención con la que un hombre ve a una mujer.Ella es una chica esbelta de más o menos 1.40 m de estatura.
    
    El rostro de Miranda demostraba ansiedad por no saber si iríamos a la ciudad, por el compromiso que su abuela había olvidado. Por su parte, a Doña Rita se veía angustiada pues no quería decepcionar una vez más a Miranda. A mi -por otro lado- se me llenaba el pene de esas cosquillas previas a una erección, pues la pequeña Miranda se veía verdaderamente sexy.
    
    Finalmente, la abuela me dijo frente a Miranda: ¿Puedo abusar tanto de su confianza pidiéndole que la lleva a la ciudada sin mí? Yo guardé silencio un segundo, miré a miranda su rostro casi desilusionado, y les dije: Claro que sí Doña Rita, no se preocupe ¡Vamos Miranda! Ella saltaba de gusto y gritaba: ¡Gracias abuelita, gracias! Mientras tanto, en cada salto yo aprovechaba lo que me ...
    ... dejara ver ese lindísimo verstido.
    
    Se despidieron y nos fuimos a mi coche, un pequeño Gol de VW, color rojo, polarizado, modelo 2018, pero en excelentes condiciones. En el viaje ella no paraba de hablar y de hacerme preguntas: ¿De dónde eres? ¿cómo es allí? ¿Tienes novia? ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? ¿Te gustan las películas de vampiros? Tuvimos una charla muy linda todo el camino a la ciudad, una charla aparentemente inocente, salvo porque yo miraba sus hermosas piernas cada vez que podía y buena parte del camino llevé una erección debajo de mi pantalón. Tenía muchas ganas de acariciarlas.
    
    Una vez en la ciudad fuimos a una pequeña plaza comercial donde hay de todo: tiendas de ropa, zapaterías, restaurantes, cine y un súper. No es gran cosa, ni tampoco fue la primera vez para Miranda, pero sale del pueblo tan poco que sigue causándole mucha emoción.
    
    Lo primero que hicimos fue ir a un par de tiendas de ropa. La animé a comprarse 3 o 4 vestidos del estilo que traía puesto. Compramos un par de tenis. Varias camisetas estampadas. Y tres falditas de verano, cortas y voladas, como de tablones, que se verían genial con sus nuevas camisetas. Todo se lo probaba y salía a mostrarme. No perdí ninguna oportunidad de hacerla sentir hermosa, ya sea con palabras, ya sea con una mirada coqueta. Cada que podía alejarme un poco le tomaba alguna foto para conservar esa hermosa estampa de su cuerpo.
    
    Miranda estaba feliz. Comimos una hamburguesa con papas en un restaurante. ...