Las experiencias del deseo
Fecha: 26/06/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: Deukirne, Fuente: CuentoRelatos
... coger y ya, nada de relación. Me gustaba escribirle y provocarlo un poco”. Él le preguntó: “¿Por qué no hiciste que eyaculara?” Ella le respondió: “No quería que se manchara mi top y mi ropa, había que ir a la fiesta con tus amigos y sus novias. Me dio miedo llegar oliendo a semen y que me olieran las persinadas de tus amigas, además de que lo que me gusta es calentarlos, desesperarlos, sentir sus ganas de meterlo, de cogerme, el sentir su pito hinchado y su torpeza mientras la punta de pito se frota en mi hoyito”.
El tercero fue un compañero de trabajo. “Era un chaka vulgar, ventajoso y muy perro, pero me gustaba”. Las palabras que sus amigas le decían eran: “si no es para casarse con él, sólo para divertirse”. Las canciones que ponía el compañero chaka en la oficina la calentaban porque eran muy vulgares: “te pongo en cuatro y te lo mamo”. Era de los que abrazaba a las compañeras, las cargaba y ahí les daba arrimones. En una fiesta se dieron las cosas. Una de mis compañeras ligó y se fue dejándome sola. Él se ofreció a llevarme en su auto y me hice la tomada. En el estacionamiento me abrazo por la espalda, me beso el cuello, se restregó entre mis nalgas. Entramos al asiento trasero, me beso las chichis mientras tocaba mi hoyito con la mano. Fue de los pocos a los que se los permití. Se sacó el pito, lo tenía largo, quería penetrarme de a perrito y sentí como lo intentaba, subió mi falda, pero agarré mis calzones y no se lo permití, sentí sus acometidas en el ano que ...
... cerré y no me pudo penetrar, le decía que parara, me dio miedo, pero me gusto su desesperación, me jalaba de la cadera con ganas, ‘enchuecaba’ su boca de lo excitado. Me decía que estaba muy rica, que hacía que se le parara muy duro y que lo dejara meterlo. Me senté para que no me penetrara, se la empezó a jalar, sin avisarme eyaculo, me los echo entre las chichis, fue muy rápido, quería que lo tocara, me agarro la mano para estimularlo y hacer que se le parara, pero no quise, estaba lleno de semen y yo quería limpiarme, lo hice con algunas toallitas húmedas que traía, no quise más para que se quedará con las ganas de cogerme”.
Cada que la esposa contaba alguna cosa del pasado el marido lamía su vagina, tocaba y chupaba sus pezones, le restregaba el clítoris con la punta del pene. Ella pedía que la penetrara, incluso se doblaba para que se le abrieran las nalgas, pero el marido se detenía y no la penetraba para que ella continuará con alguna nueva historia.
Él quería escucharla: “Lo que te voy a contar fue cuando salí de la prepa, hicimos una fiesta en casa de mi primo con sus amigos y mis amigas. En la fiesta bailamos, tomamos y al final escogimos para fajar porque no cogíamos. A mí me tocó compartir un cuarto con dos camas. En una de ellas estaba una de mis amigas, que estaba bien chichona. Ella ligó con mi primo. Yo estaba con mi novio de allá. Él era un muchacho decente, cristiano. Una vez quise que me besara mis chichis, pero no quiso, pero a mi me gustaba provocarlo, ...