Me cogí a mi suegro y abuelo de mi esposo
Fecha: 11/05/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Qwerty89, Fuente: CuentoRelatos
... pinga para que te acuerdes que no eres virgen, tremenda cachera.
El viejo este no era nada imbécil, yo estando boca arriba, procedió a abrirme las piernas violentamente y a meterme sus dedos gruesos asquerosos preparando mi vagina para su pene grueso.
- mira perra como estás de jugosa jajaja que vas a ser virgen, voy a meterte la pinga que te vas a chorrear encima de mi.
- no muy duro por favor aaaah
El muy desgraciado me la metió muy duro hasta el fondo y siguió dándome duro, mis tetas rebotaban y sentía sus testículos golpeándome, al principio me dolió pero a medida que seguía metiéndomela diciéndome:
- mamita te voy a dejar bien preñada, te voy a llenar esa concha para que sepan que eres mi mujer
No me pude contener y por primera vez me dio un orgasmo y bote mis ricos jugos en su pene grueso, lo deje brillante te mojado.
- mamita que rico, ya ves que te gusto que te meta duro la pinga? Ahora te voy a dar tu rica leche para preñarte.
Después del clímax, si me asusté por lo que dije:
- amor, mejor lléname la boca, me encantaría tragarme tu leche.
- jajaja que perrita hambrienta eres, que rico, tengo suficiente leche para tu boca y para dejarte preñada.
Me puso en cuatro y me empezó a dar muy duro, jalándome el pelo tomando impulso para darme lo más duro y profundo a mi vagina, hasta que ya no aguanté más y para sorpresa mía me vine de nuevo con su pinga dentro.
- Asu, que perra habías sido, cómo te gusta la pinga, voy a asegurarme de ...
... darte pinga y leche todos los días para que seas mi hembra fiel.
Pensé que con haberle dado mis jugos pararía, pero eso lo puso peor, me siguió jalando el cabello y metiéndome la pinga muy duro hasta el fondo, hasta que ya no pudo más y me llenó la vagina de su semen abundante, blanco y espeso. Mientras se agarraba el pene me puso de frente y terminó te botar su leche en mi cara y mis tetas, después procedió a meter en mi boca su pene lleno de semen blanco y espeso, sabia horrible pero yo solo quería mantener feliz a este taxista viejo y panzón.
- Te gustó la leche? Hice que te chorrees dos veces y tú sólo una.
- Sí, amorcito, prometo que me esforzaré, para ser tu hembra.
- Muy bien, mi perrita, ahora ya sabes lo que hace un macho como yo.
Y así pasaron meses de relaciones sexuales obligadas, aunque placenteras y yo sin quedarme embarazada, hasta que un día Edmundo trajo a su papá a quedarse con nosotros: don Alberto, era un señor de unos 60 años bastante irresponsable y borracho, le dije a Edmundo que no estaba de acuerdo, pero me insistió tanto que lo tuve que aceptar.
Don Alberto era un mañoso, se hacía el que no sabía que yo estaba en la ducha, aprovecho más de una vez para entrar y verme, igual en mi cuarto. No desaprovechaba oportunidad para rozar su miembro cuando yo estaba agachada. No quería decirle eso a mi marido Edmundo pues no quería problemas, su padre podría negarlo todo y yo quedarme sin hogar, por lo que me resigné a callar y aguantar hasta que ...