Jugando billar con mi compadre...
Fecha: 16/03/2018,
Categorías:
Gays
Voyerismo
Tabú
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... dice su compadre, dijo Adolfo y colocó las bolas del juego en posición.Pues no soy tan bueno, pero más que él si, respondí.Comenzamos a jugar y el juego se volvió una batalla. Ninguno daba de si para ser vencido. No cabe duda, el muchacho era bueno, pero Yo no me iba a dejar. Y aunque me distraía un poco ver su erección que no cedía y que parecía que en cualquier momento reventaría sus shorts, me concentré y en el último tiro le gané la partida.Ya está muchacho, creo que te chingué.No pues ni que padrino. Es Usted muy bueno dijo Adolfo.Vas compadre, dije volteando a la barra, solo para darme cuenta que Sergio se había quedado dormido.Adolfo soltó una carcajada y se acercó a Sergio para ver su estado. Mi compadre se había quedado profundamente dormido sobre la barra y ni cuenta nos dimos a que hora ocurrió. La partida había estado tan cerrada que nunca lo volteamos a ver. El pobre había caído como un benditoPuta, padrino. Ya se nos durmió la reta. Usted está muy cansado o nos echamos otro partidito.Ya estás. El que gane dos de tres, gana.Se me está ocurriendo algo mejor padrino. Digo, ya que el suegro se durmió lo podemos hacer más divertido ¿No?¿Y como qué se te ocurre?Que tal si el que gane le pone un castigo al otro.¿Y como qué castigo m’hijo?Pues ya veremos ¿Le entra?Pues yo como la canción, no se me rajar.El juego comenzó y por un muy mal tiro que tuve, mi ahijado me ganó, aunque claro que le costó mucho trabajo. Iba a vender cara mi derrota.Ni modo muchacho, perdí ...
... ¿Cuál es mi castigo?Pues estaba pensando que tal se vería en calzones padrino.Me bajé los pantalones deportivos y me quedé en los bóxers que siempre uso. De esos que parecen trusas con mangas pues son pegaditos. Adolfo se me quedó viendo con una mirada de cachondez que hasta las chichis me temblaron. Pero Yo no iba a dejar las cosas así. Si el jueguito era de prendas iba hacer todo lo posible por encuerarlo rapidito. Así que seguimos jugando. La segunda y la tercera partida la gané Yo dejándolo en una trusa blanca que me pusieron cachondísimo. Todo su cuerpo era velludo y se le marcaba un pedazo de carne entre las piernas que solo de verlo dolía de gusto. La tercera partida la perdí y el muchacho quiso que me quitara los calzones, quedándome solo en la playera. En cuanto me quité los calzones, la entrepierna de mi ahijado acusó de una erección que ya no podía retener su trusa, de hecho la punta de la vega casi se le salía por el resorte, pero seguimos el juego, solo que esta vez el muchacho hacía todo lo posible por pasarme cerca y restregarse en mi culo a discreción y luego me comía con los ojos cuando me tenía que agachar un poco más para un tiro difícil. Adolfo estaba tan distraído con mi trasero que perdió la partida y antes de que yo dijera nada amagó con quitarse la trusa seguro de que ese sería el castigo.Tranquilo hijo, se me está ocurriendo otro castigo, así que deja eso en su lugar.No pues perdí. Yo hago lo que Usted diga, dijo y sonrió pícaramente mientras ponía su ...