1. Jugando billar con mi compadre...


    Fecha: 16/03/2018, Categorías: Gays Voyerismo Tabú Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... Yo le íbamos al mismo y Sergio al archienemigo, así que la discusión se puso buena. Nuestras familias siguieron en su fiesta particular y ya muy tarde todos se fueron a dormir, mientras que a Adolfo se le ocurrió que bajáramos al bar a jugar billar y entre tumbos fuimos. Yo iba atrás de Adolfo y no perdí la oportunidad de observar su cuerpo. En él todo era grande. Era un robusto hombre norteño, joven y vigoroso. Era uno de esos que se te antojan de solo verlo si te gustan grandotes. Su espalda es grande y remata en un trasero de miedo. En verdad no se que les dan de comer a los de Monterrey, pero todos tienen muy buenas nalgas. Sus brazos se veían fuertes y muy velludos y por el cuello de su camisa a cuadros se veían muchos pelos negrísimos que contrastaban con su piel muy blanca, pero su cara de niño estaba perfectamente rasurada. Técnicamente es un hombre gordo pero muy sabroso. Y luego, con esos casi dos metros de estatura era una erección ambulante, sobretodo para mí que me encantan los osos.Ya estando ahí decidimos hacer un torneo. Primero jugarían el compadre y su yerno y el que ganara iría contra mí. Así jugaríamos los tresEl juego comenzó y las noticias no eran nada buenas para Sergio. Entre que ya hacía rato que se le habían pasado las copas y que no era muy bueno para el juego lo estaban barriendo bien y bonito pero el juego se estaba poniendo muy divertido porque mi compadre en su afán por no perder se dispuso a distraer a su yerno utilizando todo tipo de ...
    ... artimañas. Primero hablándole cuando iba a tirar y luego descaradamente moviéndole el taco para que fallara los tiros, pero nada le funcionó. Sergio estaba perdiendo sin remedio, así que en un ataque de osadía, cuando Adolfo iba a tirar le agarró la poronga. El pobre muchacho se distrajo y la bola salió de la mesa. Se puso rojo como un tomate y me volteó a ver con vergüenza. Yo solo solté una carcajada de buena gana y aplaudí a mi compadre.¿Qué pasó suegro?Todavía nada muchacho.Pues no empiece algo que no va terminar.Ya estoy tan borracho que no puedo empezar nada m’hijo, contestó Sergio riendo de buena gana y haciendo otro de sus malísimos tirosTotal que yo mientras me fui al baño pues mi vejiga lo reclamaba. Para cuando regresé Adolfo estaba tratando de abrazar a Sergio y él se resistía, más como si fuera un juego que en serio. Esperé un poco para ver que pasaba.Espera muchacho. Ya estoy muy borracho.¿Y a poco me va dejar así suegro? Decía mi ahijado llevando la mano de Sergio hasta su miembro. Mire cómo me tiene.Tranquilo hijo. Ahí anda mi compadre.Pues lo despachamos a dormir y Usted y Yo nos quedamos aquí solos.No, no, no. Además yo te esperaba ayer. Ya lo tenía todo planeado y me dejaste plantado.No sea vengativo suegro. No pude llegar.Pues si pero ahora no tengo ganas cabrón. Ni modo.En ese momento decidí hacer ruido y Adolfo volvió a tomar el taco, mientras mi compadre se iba a la barra a servir otra ronda de tragos.Te toca padrino. A ver si es cierto que eres tan bueno como ...
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