Clarissa Capítulo 1 - Relatos Eróticos

Clarissa Capítulo 1

... pornográficas. Por supuesto que se había imaginado teniendo sexo con miles de artistas, compañeras de escuela, incluso con su mamá, con su tía y por supuesto con la joven Clarissa, pero en realidad sólo había tenido sexo con Susy y con una compañera de la escuela, Melissa, a quienes se cogía sólo por el coño, y a quienes hacía dejárselo peludo, como las putas de las películas ochenteras que más le gustaban. Por supuesto que se había imaginado cogiendo a su joven prima (que en realidad era su sobrina), pero jamás había pasado de la fantasía a la realidad.Clarissa se armó de valor y le preguntó: es verdad que te vas a casar Max? Sí, contestó de inmediato, Clarissa. Por qué me lo preguntas? Clarissa se quedó sin palabras. No por nada, contestó con voz baja. Max entendió, sabía de repente que su prima quería algo con él, pero su edad le impedía decirlo, sabía que era seria, y que estaba haciendo un esfuerzo por encontrar la forma de expresar algo que a la vez no quería. Max siempre había soñado con algo así, pero lo imaginaba como algo loco y poco probable que sucediera. Pero se dijo a sí mismo: es la hora de avanzar, ésta es mi oportunidad. Le dijo, Clarissa, te puedo preguntar algo? Sí, contestó tímidamente. Sólo serán preguntas para decir sí o no. Dime, yo te gusto, verdad? Sí, contestó ella. Mucho? Sí. Te m*****a que me vaya a casar? Sí. Le dijo, te voy a decir algo, tú también me gustas, pero eres apenas una n.ña. Te consideras una n.ña? No. Te consideras una mujer? Sí. Te ...

... puedo poner a prueba de si eres una mujer o no? Clarissa no contestó. Se quedó pasmada. Pensó que había hablado demasiado, con aquellos breves monosílabos. Le dijo, no te asustes, te voy a enseñar unas cosas solamente. Max se había cogido apenas unas horas antes a su amiga Melissa, en uno de los salones vacíos de la escuela, pero no se había lavado el pito, tenía manchas de semen seco y de los jugos vaginales de Melissa, también ya secos. A Max le gustaba dejárselos así, le gustaba verse el pito con aquellas manchas blancas. Tomó a Clarissa de la mano y la llevó a su cuarto, el cual tenía baño propio. Entró primero al baño él sólo y después salió y la tomó nuevamente de la mano y la metió con él al baño y se sacó el pito y comenzó a miar en la taza. Max ya tenía una erección muy grande por toda la plática anterior, el pito le medía 22 centímetros y tenía un glande muy pronunciado y el espesor tanto del tallo como del glande eran bastante generosos. Le dijo agárralo y dirígelo hacia la taza para no orinarme fuera de ella (la erección podía haber hecho que orinara fuera de la taza). Clarissa nunca había visto un pito, nunca había agarrado uno, y menos para orinar. Le dio curiosidad hacer aquello y lo presionaba hacia abajo para no tirar la orina afuera, el pito de Max ya estaba muy duro y la presión de la mano de Clarissa sobre el mismo lo hacía ponerse más caliente de lo que ya estaba. Clarissa podía sentir el temblor que producía la presión de la orina brotando del ojete de la ...