Clarissa Capítulo 1 - Relatos Eróticos

Clarissa Capítulo 1

Clarissa siempre había sido bien portada. Su mamá, Elena, que en realidad era su abuela, la había criado muy apegada a la religión. Constantemente le decía que debía seguir por el camino del bien, pues de ésa forma siempre conseguiría todo lo que se propusiera. La familia en general era así, personas muy tranquilas y chapadas a la antigua. Clarissa había entrado a la edad difícil y comenzaba a sentir atracción por el sexo opuesto. Le llamaban la atención los niños de su edad, pero había uno que le llamaba la atención, que no la dejaba dormir, pero era un fruto prohibido. Su primo Max, era su ensoñación, su amor platónico, su ideal. Max era deportista, muchacho bien portado, nada de vicios. Clarissa se moría por él en secreto, le llamaba la atención que era muy alto y fornido. Max practicaba natación y karate. Max tenía una novia, muy atractiva, tenía unos senos firmes y unas nalgas bien pronunciadas, y era muy acinturada. Susy era bien recibida en casa de los López. Clarissa se moría de envidia, ya que a ella apenas comenzaba a brotarle el pecho, aunque más bien era que tenía unos pezones grandes, y era más que nada lo que le resaltaba; no es que en sí se perfilara estar próxima a tener un tetamen de envidia. Max casi ni reparaba en ella, podría decirse que le era indiferente. Clarissa por su lado, no hacía mayor esfuerzo mas que quedársele viendo y suspirar por aquél adonis que era el objeto de su núbil deseo.Llegó un día en que el panorama se ensombreció para Clarissa. Su ...

... mamá le dio la noticia. Se nos casa Max. Clarissa no podía creer aquella noticia, la mente le daba vueltas y las manos le sudaban, sentía por primera vez celos enloquecidos, mas trataba de disimular su sentir. No sabía qué hacer. Sentía que debía hacer algo, pero no sabía qué. Sentía que ella no existía para Max, y se sentía a la vez culpable de no hacer nada por llamar su atención, pues ella siempre guardaba las formas. En secreto sentía que su mamá tenía la culpa. De qué servían todas sus enseñanzas y consejos, si no podía obtener lo que ella quería?La tía Mere había mandado aquella tarde por unas zapatillas a casa de Elenita, su hermana mayor. Max iba a una escuela cerca de casa de la tía Elenita, y por tanto no le representaba mayor problema pasar por éste encargo. Max tocó a la puerta aquella tarde, la tía Elenita había tenido que salir de urgencia a visitar a una amiga que recién había enfermado, y Clarissa se encontraba sola en casa. Max tocó a la puerta y Clarissa salió a su encuentro. La tía Elenita había olvidado el encargo y por tanto Clarissa no sabía nada del asunto. Clarissa sentía celos por aquél joven hombre, pero no sabía cómo reclamar, qué decir. Max hizo la pregunta: y mi tía Elenita? No está, contesto Clarissa. Vengo por un encargo para mi mamá. La mente daba vueltas en la mente de la joven Clarissa. Contestó, sí, pasa. Los nervios la tenían en estado de shock.Max en la intimidad era otra persona. Le encantaba el porno y soñaba con toda clase de escenas ...