Mi amiga maite (2)
Fecha: 12/02/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Autor: spanishguy1966, Fuente: xHamster
... Hice un esfuerzo y empecé a leerle la carta. Tras una breve introducción llegué a la parte en la que le contaba el famoso tórrido sueño de aquel sábado. NI siquiera cuando escribí el relato pude recordarlo muy bien, lo que si recordé perfectamente fue haberme despertado con una de las mejores erecciones de mi vida. Inmediatamente tuve que masturbarme como un poseso para poder aliviar aquel calor que envolvía mi entrepierna. Mientras lo hacía evocaba los pocos fragmentos que recordaba del sueño. En uno de ellos yo estaba situado a la derecha de la cabecera de una cama con mi polla apuntando directamente a la cara de Maite, mientras ella, tumbada boca abajo pero con el torso levantado, no dejaba de mirarla. De repente, se incorporó levemente y agarrando mi enhiesta verga con las dos manos, se la metió entera en la boca y comenzó a mamármela como si en ello le fuera la vida. El recuerdo de este breve pero intenso pasaje, unido al lento y suave masaje con el que mi rubia amiga me estaba deleitando, provocó que mi virilidad se fuese endureciendo y estirando. Enfrascado en mis pensamientos casi no logré advertir que mi amiga se estaba deslizando un poco más abajo y sus manos empezaban a jugar con la goma de mi pantalón. Me olvidé de ello y volví a centrarme en mi relato. En el otro pasaje que recordaba del sueño, yo estaba sentado en el borde de la cama con Maite sentada en mi regazo. Ella tenía introducida mi tranca en su caliente y suave vagina, y subía y bajaba lentamente ...
... tratando de empalarse literalmente en mi polla, con la cabeza echada hacia atrás, mientras me acariciaba la cabeza. Yo, a su vez, le estiraba suavemente del pelo con una mano mientras con la otra agarraba su perfecto trasero. Al mismo tiempo, mi boca recorría sus bien formadas tetas mordiéndolas en la parte superior y jugando con sus duros pezones con mi lengua. Al parecer Maite se estaba aburriendo ya de el masaje inicial cuando acabé de leer ese párrafo, ya que estaba intentando palpar mi paquete, posiblemente para descubrir si el relato me estaba poniendo tan caliente como a ella. Al llegar hasta dicha zona descubrió que efectivamente estaba totalmente empalmado, y sin preguntarme siquiera intentó girarme sobre mi mismo, para ponerme boca arriba. Yo me di la vuelta y me tumbé como Maite deseaba, con ella sentada a mi lado. Mientras yo situaba las páginas de mi relato delante mismo de mi cara, tras haber colocado la almohada en la nuca, ella me estaba sacando la polla por la bragueta del pantalón sin m*****arse en desabrochar los botones. En ese momento no pude volver a leer porque me acordé de un día que Maite me deleitó con una ejemplar paja. Aquel día me tumbó boca arriba como estaba en ese momento y sin siquiera quitarme la ropa me hizo la mejor paja del siglo tras una breve pero intensa mamada. Al parecer hoy iba a ocurrir algo similar, pues Maite se agachó para lamerme la punta del glande y un instante más tarde lo encerró en su húmeda y ávida boca, aunque tan sólo fue un ...