1. Segunda experiencia con mi Siberiano


    Fecha: 11/02/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mientras él se dedicaba a hundir su lengua en mis expuestas intimidades, yo pasaba la mía por el lado interior de su pierna y - tanto como podía estando en esa posición - por su bajo vientre. ¿Y dije que era su perra ? ... Pues en cierto momento no habría podido asegurarlo, porque estuve arañando el piso casi con tanta fuerza como para romperlo. Pero si no era su siberiana ( y quería serlo ) esa vez podía ser su gata. Con Tino siguiéndome fui gateando por toda la cocina hasta que me dejé alcanzar ... Su cuerpo me cubrió casi por completo mientras su miembro ya se encontraba bien adentro, y pude contar hasta siete descargas calientes ... De ahí en adelante perdí la cuenta y, en el momento de mayor locura, no me importaba si Tino me dejaba embarazada aunque después tuviera que pensar en la posibilidad de huir de casa. Más tarde me resultaría obvio que todo dependía de mi ciclo mensual, pero de cualquier modo hoy me haría las pruebas en privado. Claro que si llegaban a dar positivo ... "Aaaaah, sí, mi amor ... Seguí así, por favor, todo el tiempo que quieras ... Todo lo que quieras ... ; hacelo hasta que dentro de mí pueda engendrar hijos tuyos, perritos iguales a vos ; y si me dejás embarazada me voy con vos a cualquier ...
    ... parte ... No me importa dónde, pero va a ser con voooos ...". Eso fue más o menos lo que dije en esos momentos, sacando los "Aaaaaaah, oooooh, síííííí, mi amooooor ...", etc., que generalmente decimos por la excitación. Cuando me pareció que Tino ya había volcado ...Vaciado, derramado todo su caudal dentro de mí, él siguió aún unos minutos más aunque la fuerza de la penetración empezaba a disminuir ; Tino dio media vuelta levantando su pierna y en esta nueva posición estuvimos otros cinco o seis minutos. Luego él hizo un movimiento como para ir a limpiarse a otro lado y descansar, pero yo quería que también esto lo hiciera conmigo ; luego de ir con él a un lugar más apropiado ( la alfombra del living ) tras un último intercambio de lamidos mutuos en el rostro y caricias de mi parte, dormimos hasta las once y cuarto, despertando igualmente juntos ... Ya como si fuéramos dos recién casados. Entonces me levanté para abrazar a mi Siberiano por última vez, en ese día hermoso que pude pasar a su lado, antes de ir a bañarme y salir a caminar por ahí hasta después de la una de la tarde. ... Y esta fue la segunda experiencia que disfruté en compañía de mi único amante, a quien espero poder seguir perteneciendo por muchos años. 
«12»