1. EL SEXO VIAJA EN SILLA DE RUEDAS PARTE 2


    Fecha: 26/07/2022, Categorías: Tabú Tus Relatos Autor: NADIA45, Fuente: computo.ru

    que esta sociedad es machista y discriminadora, lo hacen con cualquiera. Dame un beso
    Me levante de la silla y lo bese en la boca largamente en público. Alejandro tenia razón, la gente era cruel, todos nos miraban como si fuésemos bichos raros. Pero yo no tenia prejuicios, besaba a mi marido en cualquier parte, no me importaba el entorno.
    Meses después, la salud de Alejandro se deterioro un poco y tuvo que estar internado dos o tres veces, y luego de eso entró en un periodo de depresión, yo trataba de mantenerlo feliz ofreciéndole sexo más seguido, pero se negaba. Mientras estábamos en el sanatorio todos los días venia un masajista a realizarle masajes principalmente en las zonas afectadas por la parálisis para que su cuerpo no se entumeciera. Yo siempre le realizaba masajes, pero ahora necesitaba la asistencia casi permanente de un profesional. Yosbel era un migrante cubano, moreno, de gran contextura atlética y muy simpático. Junto a mi esposo habíamos entablado con él una cierta empatía y para no tener que contratar otro masajista le preguntamos si fuera del horario de trabajo podría darle masajes a mi esposo. Yosbel aceptó y comenzó a ir a casa 5 veces a la semana. Esa asiduidad hizo que entablásemos una relación mas profunda, a veces el se quedaba mas tiempo hablando con nosotros sobre su país e historias pasadas. Un día hice un mal esfuerzo por querer manipular el cuerpo de Alejandro y cuando Yosbel llego a casa aproveche a preguntarle si podía darme unos masajes a mi ...
     también. Una vez que finalizo su faena él salió de la habitación empujando la silla de mi esposo y trayéndola al living donde había dispuesta una camilla en donde me haría los masajes.
    Yo: ¿te vas a quedar amor aquí mientras Yosbel me hace los masajes?
    Alejandro: No amor, el día esta hermoso y desearía quedarme en el jardín mientras tu te haces los masajes. Le diré a Yosbel que me lleve mientras tú te preparas.
    Me subo a la camilla, me saque la bata, tenía los pechos descubiertos y me había puesto una tanga hilo dental para no quedar completamente desnuda, y que a su vez mí braga no le dificulte la tarea al masajista. Me puse boca abajo y espere que Yosbel regrese. Me roció con aceite la parte posterior del cuerpo y sus manos comenzaron a hacer maravillas sobre mis músculos y tendones. En un momento los masajes se localizaron en la parte interna de mis muslos y sus dedos pasaban muy cerca de la vagina subiendo por las nalgas. Una agradable sensación recorrió esa zona y eso me puso muy cachonda, mas aun porque hacía bastante tiempo que no tenía sexo, rápidamente sentí que mi tanga se estaba mojando y me dio un poco de vergüenza de que Yosbel se diese cuenta que me estaba poniendo cachonda. Sus dedos cada vez mas cerca de los labios de mi vagina, y en un momento no pude controlar mis impulsos y gemí levemente de placer varias veces. No obstante, Yosbel continuaba pasando sus manos de forma imperturbable, pero era tal mi calentura que tuve que detener el masaje porque estaba ...