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El cumpleaños de la tía Eli
Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos
... por la que pude soportar a Jess y a tu hermana fue por el recuerdo de esos pequeños momentos contigo. Después se fueron para regresar ya de jóvenes y entonces sí fue imposible tolerarlas. No es que no las quiera. Somos familia y hubo algunos buenos momentos pero… Con mirada de asombro Ana me preguntó: - ¿Todavía te acuerdas de cuando jugábamos a la casita? ¡Pero si eras muy pequeñito! - Sí, todavía me acuerdo. Es una de las pocas cosas que recuerdo de esa edad. Nunca se me ha olvidado. Ana volvió a sonreír, se me acercó y me dio un tierno beso en la boca. - ¡Mi vida, pero qué lindo! ¿De qué es de lo que más te acuerdas? - Bueno… pues de… el calorcito de tu cuerpo… y tu olor… y tu piel que se sentía muy suave… Ana empezó a moverse por encima de mi short con suavidad. Por un momento no supe que hacer. Quería quitarla de encima y salir corriendo a mi habitación pero también quería quedarme ahí sintiendo su cuerpo y respirando su aroma. - ¿Te acuerdas de cuando estabas en nuestra habitación y nos cambiábamos de ropa? - No es uno de mis mejores recuerdos, pero sí, si me acuerdo. - ¿Y no te gustaba vernos sin ropa? - ¡Ana, tenía como… ocho años o… algo así. Yo lo que quería es que me dejaran salir a ver la tele. - Yo me acuerdo que te nos quedabas viendo, Especialmente a Jess cuando andaba sin sostén. No le podías quitar la vista de encima a ese enorme par que trae en el pecho. - Yo sólo quería salir de ahí. - Todavía recuerdo una vez que Eli se agachó para cambiarse las ...
... pantaletas y se te cayó la mandíbula mientras lo hacía. Pero lo que más recuerdo es cuando te acercaste a mí una vez que me viste sin sostén y me preguntaste por qué tenía tantas pecas. Te dije que no sabía y me preguntaste que cuántas tenía. Yo te dije que muchas, que las podías contar si querías y usando tu dedito empezaste a contarlas mientras yo sentía cosquillas. - Creo que me acordaría de algo así. - Bueno, y ahora ya más grandes ¿Qué te parecemos? Y no mientas. - Muy guapas. - ¿Te provocamos una erección? - Sí, Ana. Están todas muy guapas. ¿Te bajas ya? Durante todo este tiempo no había dejado de frotarme con el movimiento de su cadera. Se empezaba a ver la excitación en su cara y seguramente, también en la mía. Bajó las manos y jaló mi short hasta dejar salir mi erección. - ¡Mira nada más cómo estás! Eres un pinche caliente nene. Con una mano acomodó la punta de mi verga en su entrada y se sentó en ella. Deslizándose lentamente para dejarme sentir la penetración. Mis defensas cedieron, La poca resistencia que estaba yo oponiendo, se desvaneció al sentir la suave penetración. Las paredes de su vagina lubricada y caliente como una estufa se abrían poco a poco para dejar pasar el falo. Finalmente entró toda y pude sentir su culo haciendo presión sobre mis piernas. Permaneció así un momento y después empezó un suave movimiento hacia adelante y atrás que poco a poco se volvió más rápido y más intenso. - ¿Te gusta meterme la verga nene, te gusta? Lo único que salió de mi boca fue un ...