Desafío de galaxias (capitulo 58)
Fecha: 02/02/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... encaminó a su despacho y cerró la puerta. Desde el centro de mando del Fénix, Marisol veía a los transportes de la primera oleada de desembarco, descender, convertidos en enormes bolas de fuego, iluminando la noche cerrada en la zona oriental del Kalinao. Seis días antes, se entrevistó por video enlace con Pulqueria y Oriyan para tratar la situación creada con la evacuación de Kalinao. —Marisol, sabes que siempre te apoyaré, —dijo Oriyan después de conocer sus intenciones— pero no lo entiendo: Kalinao puede caer sola, y es un riesgo inaceptable para ti. —¡Joder tía! No empieces tu también, que con el presidente ya tengo suficiente. —¿Cuándo te va a entrar en esa cabeza dura de española que tienes, de que eres un líder, un símbolo para todos nosotros? —Pues de eso estamos hablando, ¡joder!, vosotras sabéis que durante varios años, Kalinao ha sido el símbolo de nuestra resistencia, y como símbolo, sigue vigente. No quiero que nos devuelvan el planeta porque ya no les interesa: quiero conquistarlo. —De acuerdo, pero Ori tiene razón, las cosas por aquí van según lo previsto, ella podría trasladarse a Kalinao y… —¡No! no quiero comprometer el futuro de la ofensiva, es vital que converjáis sobre Petara junto con Esteban y Opx. —Pero con lo que tienes no puedes pensar, mejor dicho, ni siquiera tú puedes pensar en intentar un ataque a Kalinao, —dijo Oriyan. —Necesitaría cincuenta divisiones… —Cuenta con ellas, —la interrumpió Oriyan— y cuatro acorazadas… —¡No, no! no quiero ni ...
... acorazadas ni artillería. —¿Cómo que no…? —¡Que no!, pero si necesitaré naves. —¿Qué necesitas? —preguntó Pulqueria. —Dos o tres grupos de batalla, más las lanzaderas y transbordadores que me puedas dejar, e interceptores, los que puedas. —Cuenta con ello. —Ahora cuéntame como piensas atacar a los bulban sin divisiones acorazadas, ni artillería, —insistió Oriyan. —¡Venga Ori, tía! no seas pesada, no me van a hacer falta. —¿Sabes que al presidente le va a dar un ataque cuándo se entere? —afirmó más que pregunto Pulqueria. —Mira Pulqui, no me importa, de verdad, ya estoy harta de que todo el mundo quiera tenerme en un tarro de cristal. Si no le gusta, que haga lo que quiera, no me importa. Además, si me destituye, mejor, así me voy con los míos a dar espadazos, que es lo que me gusta. —Y yo me voy contigo, —afirmó Oriyan. —Y yo, puede ser divertido, no creas que no echo de menos coger a Surgúl y liarme a cortar cabezas; se me está oxidando la espada. Podrías cambiarme de vez en cuanto con Ori. —¿Y estar duchadita, aseada, sentada en un sillón, en lugar de estar guarra, pringosa y llena de barro? —bromeó Oriyan— ¡Ni lo pienses! —¡Joder! —Bueno chicas os dejó, —dijo Marisol riendo—. Hacedme un favor: retrasad todo lo que podáis el informar al Cuartel General, allí, solo Marión y Anahis están al tanto de mis intenciones. Quiero retrasar lo máximo posible que el presidente intervenga. —Tranquila, informaremos directamente a Marión. —Gracias chicas. Ahora, seis días después, su flota de ...