De niñera
Fecha: 27/01/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: rincondelmorbo, Fuente: CuentoRelatos
... resistir más la tentación, le quité la ropa. Acariciaba su entrepierna mientras tocaba mi coñito; no dejaba de ver cómo movía sus dedos; me había puesto en frente de ella y había subido sus piernas en las mías. Las yemas de mis dedos recorrían su piel, mi ojos todo su cuerpo. No dejaba de tocar mi coñito, estaba tan mojada que mis dedos se deslizaban fácilmente entrando en él. Carolina empezó a acariciar mi cuerpo, subió sus manos hasta mis senos, jugaba con mis pezones; se acercó un poco y me dio un beso; qué bueno que tomó la iniciativa porque hasta el momento sólo había pensado en masturbarnos juntas, pero ella quería algo más y yo ni hablar. Me senté a su lado; mordí sus pezones y dejé deslizar mi mano hasta que sentí su coñito; lo recorrí con mis dedos, tenía tanto jugo en él que sólo tuve que empujar un poco para que entraran en ella; apretaba muy fuerte, podía sentir como los músculos internos de su coñito se contraían. Carolina puso los dedos en su clítoris y se masturbó mientras yo jugaba con los míos dentro de ella. Así estuve un rato, besando sus senos, mordiendo sus labios, follándola con mis dedos hasta que la hice venir; se abrazó a mí besando mi cuello mientras se corría; movía sus manos por toda mi espalda con fuerza; era delicioso que me tuviera agarrada de esa manera mientras disfrutaba su orgasmo; yo no saqué mis dedos hasta que sentí que relajó su cuerpo. Hizo que me recostara boca arriba, se sentó encima de mi; sentí su coño mojado sobre mi vientre; pegó ...
... su cuerpo al mío y me besó, despacio, movía riquísimo la lengua, la entraba hasta el punto perfecto en el que podía succionarla y dejarla salir lentamente de mi boca mientras repasaba una y otra vez las curvas de su cuerpo con mis manos. Fue bajando de a poco, con sus rodillas separó mis piernas; puso su coño contra el mío y se dejó deslizar en él moviendo su cuerpo de arriba hacia abajo, empujaba sus caderas contra las mías. Estaba fascinada, tenerla encima de mí, sentir su coño moliéndose contra el mío, su respiración cuando hacía fuerza, la tensión en sus nalgas mientras empujaba hacia arriba, la curvatura de su espalda, la delicadeza de su piel; yo disfrutaba cada detalle de ella, me sentía embelesada dejándome llevar por la situación; disfrutando su cuerpo que tantas veces había mirado de reojo, teniéndolo completamente para mí, sintiendo sus caricias, todo el fuego que tenía en su interior estaba haciendo que mi cuerpo ardiera de placer. Me dio un beso largo, se incorporó, puso su mano en mi clítoris y comenzó a acariciarlo; cerré los ojos, quería concentrarme en el toque de sus dedos, en el goce de mi cuerpo mientras los movía; mis músculos se contraían por inercia; mi mente estaba nublada, sólo pensaba en entregarme a ella. Metió sus dedos dentro de mí, los hacía entrar y salir, empezó despacio y luego fue haciéndolo cada vez más rápido, con su otra mano siguió estimulando mi clítoris. Sentí su lengua en mi coño, abrí los ojos y levanté un poco la cabeza para mirarla, ...