Mi esposa… (2)
Fecha: 09/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Lucas, Fuente: CuentoRelatos
... sí, al mismo tiempo que sin recato alguno, emitía excitantes gemidos que llamaban poderosamente la atención de mi amigo quien desnudo ya, se ubicaba lentamente al lado izquierdo de mi esposa para lengüetear y chupar los soberbios pezones de sus grandes tetas que por el movimiento de sus caderas se balanceaban lentamente de un lado al otro provocando una implacable y cautivadora atracción. Percibiendo la hipersensibilidad del coño de mi mujer, desplacé mi boca hacia arriba, pues se me antojaba hacer lo que mi amigo estaba haciendo en ese momento. Situándome al lado derecho de ella, empecé a deleitarme con el formidable pecho de mi mujer quien con la transparente camisa negra completamente abierta, se hallaba recostada en medio de nosotros dos con los brazos estirados sobre su cabeza poniendo a disposición nuestra la desnudez de su orgulloso tórax que al llenarse de aire por los profundos suspiros provocados por el disfrute de una de sus fantasías, realzaba aún más la textura y el volumen de sus hermosos senos. Los dos, mi amigo y yo, cruzábamos miradas mientras chupábamos con ansia y desmedido deseo los insolentes pezones de mi mujer, sosteniendo fuertemente con las manos el pecho que nos había tocado. A intervalos, dejábamos libres de nuestras succiones bucales las formidables tetas de ella como para mostrar el uno al otro cual pezón se hallaba más erecto y excitado, era increíble ver el color y la longitud que habían adquirido esos pezones: rojos, estirados cual si fueran ...
... gruesos dedos y brillantes por la abundancia de nuestras salivas. Luego del disfrute de la exuberancia de sus pechos, mi hermosa esposa cambió de posición, ubicándose en medio de la cama y despojándose de la camisa que llevaba apoyó los codos en la almohada y recostando su cabeza en el espaldar empezó a jugar con sus enormes tetas rozando con los dedos de sus propias manos sus erectos pezones, como queriendo comprobar si era real el tamaño que éstos habían adquirido a consecuencia de las succiones bucales a que habían sido sometidos. Con las rodillas flexionadas mantenía sus muslos completamente separados y podía verse con claridad su sexo abierto y jugoso que demandaba enérgicamente la satisfacción que puede proporcionar una buena y continua penetración. Mi amigo, con cierta prontitud y agilidad, se recostó al lado derecho de mi dulce mujer, masturbándose enérgicamente con la mano derecha, mientras que con la izquierda, masajeaba torpemente la vulva de mi señora quien flexionando mucho más las rodillas, se esforzaba por facilitar la labor de nuestro amigo, manteniendo sus muslos completamente separados y su coño abierto y jugoso que en pronunciados círculos se movía al compás del placer que marcaban sus caderas. Me excitó sobremanera ver el lascivo rostro de ella, que con el ceño un tanto fruncido y la boca ligeramente abierta no perdía detalle del falo de mi amigo que pronto podría nuevamente apretar con los músculos de su vagina como él lo hacía con su propia mano en ese ...